La ciudad de San José de Costa Rica será escenario este fin de semana del primer Festival Ciudadano de Movilidad Eléctrica, iniciativa de una organización sin fines de lucro liderada por Mónica Araya. LA Network dialogó con ella para conocer detalles de su trabajo y de este evento.
En 1821 Costa Rica reconoció los derechos civiles de sus habitantes y abolió la esclavitud. En 1948 también decidió abolir el ejército en un hecho inédito para el continente. Y así como se produjeron en épocas distintas estas revoluciones, en la actualidad otra revolución silenciosa se está gestando: convertir a esta nación centroamericana en un ejemplo de movilidad eléctrica.
Pero para esta revolución se necesitará de muchas batallas. La principal de ellas, toda una paradoja: la nación que anunció en 2007 su pretensión de ser el primer país del mundo neutral en carbono para el año 2021, hoy se está “carbonizando” por cuenta del crecimiento progresivo del parque automotor basado en combustibles fósiles. Por ejemplo, los 158.724 vehículos inscritos en 2016 duplicaron la cifra de nacimientos ese año, que fue de 75.000 niños. “Cada año en Costa Rica “nacen” más vehículos que personas”, fue el titular revelador de un semanario local sobre este problema.
En consecuencia, el país tiene hoy 1´200.000 vehículos cuyas emisiones ya están pasando factura a la salud pública. Un informe de calidad del aire desarrollado por los ministerios de Ambiente, Salud y Transportes, la Municipalidad de San José y la Universidad Nacional Autónoma (UNA), evidenció que “En los años 2013, 2014 y 2015 se registraron promedios anuales (de contaminación), que superan el valor establecido como criterio por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, incluso por encima en un 150% a la norma internacional. Sin duda, este es el principal problema que hay que superar.
Y para hacerlo, un grupo de mujeres encabezadas por la economista Mónica Araya, ha liderado desde 2013 una cruzada para reflexionar sobre el cambio climático desde la vida cotidiana y enfocarse particularmente en la promoción de la movilidad eléctrica para revertir la contaminación. Su herramienta para cumplir con este objetivo es la organización sin fines de lucro Costa Rica Limpia.
“El cambio transformacional que tenemos que hacer en Costa Rica es tomar la decisión de no seguir un modelo que está amarrándonos al petróleo, no tenemos que seguir en un modelo de movilidad a gasolina si tenemos ya la eléctrica”, explica Araya, una mujer de gran experiencia en asuntos de sustentabilidad y que fue negociadora principal de Costa Rica en las discusiones sobre el clima entre 2010 y 2013 en la ONU.
Costa Rica Limpia ha establecido un relato para hacer efectivo su trabajo y en sus acciones tiene un método que es, ante todo pedagógico. “Nos concentramos en hacer consultas ciudadanas, traer expertos y que ellos usen un lenguaje simple y corriente para el ciudadano”, afirma Araya.
Y aunque estás mujeres han defendido con mucha firmeza sus posturas en contra de los combustibles fósiles, han usado un tono propositivo y respetuoso. “La quejadera es un mal hábito”, dice Araya y según ella “no nos gustan las quejas y estar a la espera del Mesías que va a venir a crear un Metro o un Tranvía”. Por eso enseñan, explican, proponen, para formar una ciudadanía capaz de transformar realidades. “Tenemos seguidores muy jóvenes, muy urbanos, de distintos partidos y nos dicen que salen inspirados de los eventos que hacemos”, comenta Araya.
Justamente en septiembre de 2016 llevaron a cabo el evento “Costa Rica sin petróleo”, cuya asistencia fue masiva. Y por estos días han tenido otro para mostrar las bondades del uso de la energía eléctrica: la Semana de la Movilidad Eléctrica 2017, cuya actividad central será el Festival Ciudadano de Movilidad Eléctrica, que se desarrollará sábado y domingo
La idea del festival es que quienes ya tienen un vehículo eléctrico establezcan una conversación con el escéptico o con quien aún no se ha acercado a esta tecnología para que todos aquellos mitos como que la movilidad eléctrica es más costosa o que el carro pierde potencia, sean resueltos. “Esa conversación ciudadana, hablada, donde uno está viendo un carro o una bici eléctrica no la cambia nadie. Lo que estamos haciendo sábado y domingo es ver para creer, que no es una utopía y que ya hay ticos usando las tecnologías de movilidad limpia”, argumenta Mónica Araya.
Para Mónica los objetivos de festival son muy claros: “Primero, rebatir mitos. Porque aquí se han dicho cosas falsas sobre estas tecnologías, se ha dicho en la prensa que la tecnología tiene muy mal rango y otras mentiras que son muy deliberadas y eso no se vale; dos, tener un componente de empoderamiento de los “ticos” pioneros, porque queremos visibilizarlos, necesitamos humanizarlos: aquí está Erick, Roberto, Julieta y así darles un rostro; y el tercer punto es hablar del ecosistema de la movilidad eléctrica para un país que ya produce energía renovable. Ese ecosistema no solo tiene autos eléctricos, también buses, bicis, tranvías y camiones de basura eléctricos”, sentencia.
Mucha gente se ha sumado como voluntaria al evento, incluso empresas que ponen su personal y tiempo, como es el caso de una firma de comunicaciones que les ayudó a promocionar la jornada. De eso se trata su trabajo, de ir sumando un ejército de personas que creen en la movilidad eléctrica como la mejor ruta. Ya hay 300 costarricenses que tienen un auto eléctrico y que servirán de ejemplo en el festival.
Pero Costa Rica Limpia no solo lo es en ambiente y en ciudades sino como bien lo dice Mónica “en las reglas del juego y de transparencia en la toma de decisiones que van a afectar nuestra vida”. Por ello ya están preparándose para convocar a la ciudadanía a ejercer presión en la Asamblea Legislativa de Costa Rica para que sea aprobado un proyecto de ley que baja los aranceles e impuestos a los vehículos eléctricos. Tal proyecto debía haberse aprobado el año pasado, pero se encuentra congelado por el cabildeo de empresas del sector petrolero. El proyecto aún está vivo y el objetivo de la organización que lidera Mónica es promover su aprobación.
Mónica Araya tiene muy clara su misión en favor de la sostenibilidad en su país y sabe bien que los integrantes de Costa Rica Limpia y los ciudadanos activos deberán “recargar energía” y no desanimarse, para que la revolución de la movilidad eléctrica sea un nuevo ejemplo del sentido progresista que puede exhibir esta nación.
