Ciudades resilientes: cuatro temas clave tras la pandemia por Covid-19

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LA Network
13 abril, 2020 - Resiliencia

Las organizaciones que trabajan por la sostenibilidad de las ciudades ya reflexionan en clave post crisis sanitaria: el futuro de las urbes requiere acciones en salud, educación, vivienda y movilidad.

Retos como mejorar la capacidad del transporte para conectar a los ciudadanos con el sistema de salud de manera segura, fueron planteados durante el encuentro virtual.

Mientras el mundo unido se esfuerza en mitigar la propagación del Covid-19, una crisis sanitaria especialmente de característica e impacto urbano; las distintas organizaciones que se guían por la implementación de la Nueva Agenda Urbana y el cumplimiento de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), trabajan aportando articulación entre los gobiernos a todo nivel para superar la pandemia pero especialmente para convertir la experiencia en un insumo para mejorar el futuro: resiliencia.

La reciente creación de la red Ciudades por la Salud Global (Cities for Global Health) que reúne a entidades como la Alianza Euro Latinoamericana de Cooperación entre Ciudades (AL-Las), Metrópolis ((red de 140 grandes urbes), Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), principal red mundial y a ONU Habitat; se suma a la estrategia implementada por esas tres últimas organizaciones para capitalizar los aprendizajes que deja la pandemia y llamada ‘Experiencias de Aprendizaje en Vivo: más allá de la respuesta inmediata al brote’.

En este espacio virtual se reunieron hace poco más de 100 participantes de la gobernanza multinivel para dialogar sobre las experiencias de los gobiernos locales frente a la crisis sanitaria y en el que la Directora Ejecutiva de ONU Habitat, Maimunah Mohd Sharif, ya planteó lo que será clave en el corto plazo: «Los gobiernos locales de las ciudades y regiones son los más cercanos a las comunidades. Su resiliencia es nuestra fuerza y fuente de inspiración”.

Por ello, en clave de resiliencia, LA Network resume algunos de los temas básicos de reflexión que han abordado estas y otras voces, para aportar en la construcción de ciudades y comunidades más sostenibles en el futuro próximo.

Salud: El proceso de expansión del virus ha demostrado la debilidad de los sistemas de salud de las ciudades del mundo, incluso en países desarrollados. En este sentido es obvio que los sistemas de salud requieren más capacidades en términos de infraestructura (más unidades de cuidados intensivos, más personal, mejores protocolos, etc.); pero también se ha demostrado que compartir el conocimiento creado en estos meses será fundamental en el futuro para responder más pronto y mejor ante una crisis sanitaria.
La creación de la red Ciudades por la Salud Global (Cities for Global Health) en la que los gobiernos locales comparten libremente información sobre sus decisiones y acciones en medio de la pandemia; es un ejemplo, si bien es útil para que alcaldes, gobernadores y presidentes actúen en el momento, este repositorio se convierte en una herramienta para mejorar los sistemas públicos de salud en el futuro próximo.

La manera como los científicos comparten información sobre el virus para buscar una vacuna, es un ejemplo de resiliencia estimulado por la crisis. Los detalles y planos de respiradores de bajo costo que decenas de grupos de investigación de universidades del mundo comparten para que estos equipos vitales sean producidos en masa y con mayor velocidad, han sido fundamentales y sientan un precedente de trabajo colaborativo sin intereses particulares.

Educación: La necesidad de aislar a las comunidades educativas de las ciudades del mundo -1.500 millones de alumnos según cálculos de la Unesco-, ha obligado a todos los sistemas educativos a poner en práctica de manera consistente, todas sus capacidades de educación virtual.

“Con más de la mitad de la población que vive en las áreas urbanas, las ciudades desempeñan un papel esencial para garantizar que todos los alumnos sigan beneficiándose de un pleno acceso, aun a distancia, a la educación, en particular en las regiones y los hogares más desfavorecidos”, indica David Atchoarena, director del Instituto de la Unesco para el Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida.
Justamente esta agencia de la ONU está capitalizando las experiencias de su red Ciudades del Aprendizaje, con más de 170 integrantes que han debido reaccionar ante los desafíos de la crisis, no sin afrontar dificultades, pero alcanzando los objetivos esenciales. Las plataformas mismas se están nutriendo y mejorando a partir del uso masivo de sus herramientas; docentes y directivos docentes mejorar sus competencias. Los padres en sus hogares aprenden a acompañar a sus hijos en el proceso.

Además, también las ciudades resilientes deberán pensar en su capacidad para conectar, posiblemente en una red pública, a sus habitantes y así mejorar no solo educativa sino productivamente a través del teletrabajo. Adicionalmente, un sistema educativo resiliente deberá articular sus capacidades para llevar sus programas de alimentación escolar a estudiantes descentralizados. En equidad, se deberá pensar en los hogares que solo tienen un ordenador pero varios niños o jóvenes en edad escolar.

“El seguimiento de las consecuencias de la crisis en la educación a nivel local, la documentación de las respuestas políticas de las ciudades en materia de aprendizaje a lo largo de toda la vida, el intercambio de experiencias y prácticas idóneas, son solo algunas de las funciones que garantiza la red mundial de ciudades de aprendizaje de la Unesco para reforzar la resiliencia”, indica Atchoarena.
Vivienda y urbanismo: En diálogo reciente con LA Network, el filósofo, comunicador, autor y académico colombiano de urbanismo, ‘Memo’ Ánjel, indicó que una ciudad resiliente deberá pensarse menos densa para prevenir la propagación de riesgos sanitarios. Una invitación a los urbanistas a repensar ciudades resilientes no en función de las ganancias inmobiliarias sino en el bienestar.

Ahora, sobre el derecho a la ciudad, tema de extenso debate previo a la crisis, la pandemia ha dejado ya lecciones que son puestas sobre la mesa para pensar en clave resiliente: “De repente, los gobiernos son capaces de encontrar lugares y espacios para las personas sin vivienda, somos capaces de proporcionar agua y saneamiento, estamos obteniendo reducciones de las tasas y podemos disminuir los pagos de las hipotecas. De repente estamos diciendo que no hay desalojos», expuso a ONU Habitat, la Relatora Especial de la ONU sobre el derecho a una vivienda digna, Leilani Farha, justamente en la reciente sesión de ‘Experiencias de Aprendizaje en Vivo: más allá de la respuesta inmediata al brote’.

De la misma manera, la Directora Técnica de AL-Las, Paola Arjona Caycedo, señaló a LA Network que es necesario pensar ciudades resilientes que no olviden la necesidad de un acceso más equitativo a los servicios públicos para las comunidades más vulnerables ya que, de cara a más que probables nuevas crisis sanitarias, no se les puede exigir a estas comunidades “lavarse constantemente las manos si ellas no cuentan con servicios de agua potable. No olvidemos que el impacto más fuerte de la pandemia se ha dado en estas comunidades”.

En ello coincidió la Secretaría General de CGLU, Emilia Saiz, quien destacó en la reciente reunión virtual de líderes y redes, que el intercambio de conocimiento acerca de «proteger a los funcionarios públicos y a los más vulnerables para garantizar la cohesión en el futuro», es una forma de resiliencia necesaria en la que los gobiernos locales garanticen la prestación adecuada de los servicios públicos a los sistemas de salud.

Movilidad: durante la tercera sesión de ‘Experiencias de Aprendizaje en Vivo’, realizada el pasado miércoles, la Directora Ejecutiva de ONU Habitat, Maimunah Mohd Sharif, hizo un llamado muy concreto para lo que debe ser la movilidad de las ciudades luego de la pandemia por covid-19 y sus aprendizajes. “Hago un llamamiento a todos para que proporcionen una movilidad segura hoy y empiecen a planificar la movilidad sostenible del mañana”.

En la reunión virtual que convocó a más de 160 participantes con la intervención de varios alcaldes de distintos continentes, se recordó la importancia de mantener activos los sistemas de transporte público durante la pandemia, pero también se enfatizó en su papel hacia el futuro ya que la movilidad será crucial para la regeneración de las ciudades.

Retos como mejorar la capacidad del transporte para conectar a los ciudadanos con el sistema de salud de manera segura; de ofrecer mejores condiciones de trabajo para los empleados del transporte público -ante su vulnerabilidad de contagio-; la reflexión sobre la verdadera capacidad de transporte masivamente las fuerzas laborales, también de manera higiénica; son esenciales para una ciudad con el objetivo de aprovechar las enseñanzas y recuperarse de la crisis.

Sin embargo, al término de la crisis, el reto del cambio climático seguirá presente, así como el aporte de los sistemas de transporte mundial a esa realidad. Las organizaciones y gobiernos en sus distintos niveles se verán enfrentados a tomar una decisión ante la disyuntiva: seguir usando los mismos modos de transporte con su aporte en contaminantes o aprovechar y generar el cambio necesario.