La Conferencia sobre Cambio Climático de la ONU (COP23) terminó en la madrugada del sábado con la aprobación de un documento que reafirma el compromiso con el Acuerdo de París, pero donde quedan muchas tareas pendientes de cara la siguiente cumbre en Polonia en 2018.
La denominada Cumbre del Clima, que durante casi dos semanas tuvo como epicentro la ciudad alemana de Bonn, concluyó con la aprobación de un documento en el que los países firmantes del Acuerdo de París se comprometieron a evaluar sus emisiones de CO2 (Dióxido de Carbono) en el año 2018.
El primer ministro de Fiji, Frank Bainimarama, presidente de la COP23, señaló que el texto aprobado al cierre de la cumbre es «un paso adelante para avanzar en la puesta en marcha del pacto alcanzado en 2015, si bien hay que ir más rápido en su implementación».
Como sucede en cada reunión de esta categoría, fue necesario sortear hasta altas horas de la madrugada del sábado la parálisis que supuso el interés de algunos países de modificar puntos del Acuerdo de París.
El tema de la financiación también retrasó la firma del documento final. Los países en desarrollo exigieron a los más desarrollados que dieran las cifras de sus aportes con dos años de antelación para así poder conocer con qué fondos se iba a contar.
Sin duda, el anuncio de Estados Unidos de retirarse del Acuerdo de París generó un clima de desconfianza entre las naciones en desarrollo en el sentido que otros grandes países y además mayores responsables del cambio climático desistieran de entregar los fondos prometidos.
La cumbre también finalizó con la creación del denominado Diálogo de Talanoa, un espacio diseñado para que los países rindan cuentas a partir de enero de 2018 y de cara a la próxima cumbre, de cómo van a aumentar sus compromisos de reducción de emisiones nacionales para lograr el objetivo macro de mantener por debajo de 2 grados Celsius el aumento de la temperatura en el planeta.
Organismos no gubernamentales como el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF) reconocen el progreso alcanzado en esta cumbre en «sentar las bases para aumentar la ambición en la lucha contra el cambio climático hasta 2020 y más allá», no sin antes llamar la atención sobre cómo la próxima cumbre será clave para consolidar esos avances.
Caso contrario, la también ONG Oxfam consideró que en la COP23 se han conseguido «muy pocos progresos» y que la «mayor decepción» ha sido el retraso de la negociación sobre el «apoyo financiero» a las economías en vías de desarrollo en concepto de daños y pérdidas.