Un informe creado por una alianza entre el sector público, el sector privado y la academia en la ciudad de Medellín, presenta los posibles efectos económicos locales de la contingencia generada por el COVID-19 y propone alternativas para enfrentarlos.
Los efectos de la pandemia del COVID-19 harán que, en el mejor de los escenarios, la economía de Colombia se contraiga 1.9 % en el año 2020 y, en el peor, un -3.9 %; los costos de la cuarentena en Antioquia son de alrededor de 166 000 millones de pesos al día, de los que 84 000 corresponde a Medellín; y se estima que cerca de 1.172.410 empleados no pueden desempeñar sus actividades actualmente, es decir, el 40 % del total de trabajadores del departamento.
Esos son algunos de los cálculos del documento Efectos económicos y sociales del Covid-19 y alternativas de política: un análisis para Medellín y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá (Amva), en el que se proponen tres líneas de acción para enfrentar la situación: el fortalecimiento de la red hospitalaria, la masificación de pruebas para COVID-19 y el desarrollo de nuevos métodos de seguimiento y control de infectados; la reactivación gradual, segura y controlada de los diversos sectores económicos afectados por la cuarentena; y el desarrollo de redes públicas de seguridad y asistencia social a población vulnerable y medianas y pequeñas empresas (Mipymes).
El documento fue creado por una alianza entre Proantioquia, investigadores académicos pertenecientes a EAFIT, Universidad Nacional, Universidad EIA, Grupo de Economía de la Salud (GES) de la Universidad de Antioquia, la Gobernación de Antioquia, Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia y el Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario.
“El estudio trata de determinar, en primera instancia, una cuantificación de los efectos potenciales de la crisis y de las medidas para controlarla, específicamente, las medidas de cuarentena sobre la actividad económica con variables relacionadas a la producción y el empleo. También variables socioeconómicas de los cambios en la población vulnerable y los niveles de pobreza del departamento y la ciudad”, explica Alejandro Torres García, coordinador del estudio e investigador del Departamento de Economía de la Universidad Eafit.
La publicación advierte, entre otros asuntos, que los efectos previstos durante la pandemia tendrán un costo alto en términos de actividad económica, empleo, tejido productivo y pobreza. En Colombia, en el mejor de los escenarios, se estima que la economía se contraerá un 1.9 % en el año 2020. Y en el peor de los casos, si no se toman medidas adecuadas para prevenir más cuarentenas prolongadas, la caída podría alcanzar hasta un -3.9 %. Una simulación realizada por los especialistas señala que el aumento del número de camas UCI de 180 a 360 en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, permitiría disminuir el número de cuarentenas durante este año.
Todos estos efectos sociales y económicos, en particular, se reflejarían de manera importante en Antioquia, pues el departamento es uno de los entes territoriales que más contribuyen al Producto Interno Bruto (PIB) del país. Los cálculos de los economistas sugieren que la cuarentena en la región tiene un costo potencial de producción cercano a 166 000 millones diarios, de los cuales 84 000 millones corresponden a Medellín.
Efectos en el empleo
Según el estudio, los costos en materia de empleo durante la cuarentena son profundos. Se estima que cerca de 1.172.410 empleados no pueden desempeñar sus actividades actualmente, lo que equivale al 40 % del total de trabajadores del departamento de Antioquia. Esta situación se ha concentrado, principalmente, en los sectores de manufactura, construcción, comercio, hoteles y restaurantes, de acuerdo con los cálculos realizados con base en la Encuesta de Calidad de Vida del año 2019 de la Gobernación de Antioquia.
Por la dimensión del impacto en el empleo, en el informe se calcula que el cierre extendido de la actividad económica podría generar efectos potenciales sobre la pobreza. Las estimaciones muestran que la caída de ingresos asociada a la eliminación de estos puestos de trabajo implicaría un aumento en el porcentaje de hogares pobres, pasando hoy del 5.7 al 20 por ciento.
“Este es un escenario hipotético para ver la magnitud del reto que enfrentan las autoridades locales, pues estaríamos hablando que la pobreza se podría multiplicar por cuatro en el departamento. Es decir, volveríamos a niveles de hogares pobres equivalentes a los que teníamos en los años 2001 y 2002. Perderíamos cerca de 20 años en inversión social para mitigar la pobreza extrema”, expresa Alejandro Torres García, quien añade que este tipo de estimaciones buscan concientizar sobre la importancia de encontrar alternativas para la reactivación de la vida social y económica.
Alternativas de solución
El informe Efectos económicos y sociales del COVID-19 y alternativas de política: un análisis para Medellín y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá (Amva) es el resultado de una mesa técnica conformada por la Secretaría de Desarrollo Económico de la Alcaldía de Medellín, y la Secretaría de Productividad y Competitividad de la Gobernación de Antioquia con el objetivo apoyar la toma de decisiones de las autoridades públicas, y de sostener de manera controlada la actividad económica durante la crisis sin que se comprometa la salud de las personas.
Los investigadores del estudio consideran que las políticas implementadas durante la emergencia global, que ha ocasionado el freno repentino de la producción mundial de bienes y servicios, no serán suficientes para salir de la contingencia. En este escenario, la mayoría de países impactados han optado por políticas monetarias y fiscales como reducir tasas de interés en bancos centrales y una mayor provisión de liquidez al sistema financiero. Además, entregar subsidios directos a familias y crear líneas de financiamiento empresarial con garantías reducidas, entre otras acciones.
Jairo Espinosa Oviedo, profesor de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia (sede Medellín), señala que al reducirse la producción industrial por la cuarentena se ha generado un shock a la economía y, con esto, un detenimiento en la creación de riqueza. “Es muy importante evitar que los sectores más vulnerables vean destruida su actividad productiva. También generar subsidios y ayudas a aquellos sectores que hacen parte de la economía que demanda contacto como el turismo, parte del comercio y las pymes. El rol del gobierno y de la banca son fundamentales para amortiguar este golpe”, recomienda el autor de uno de los capítulos del informe.
“Es crucial salvaguardar los sectores aún vulnerables por la extensión de la cuarenta y mantener una vigilancia minuciosa de los sectores reactivados, a fin de controlar el riesgo epidemiológico. En cuanto a la protección a sectores aún vulnerables hay que mantener los canales de financiamiento que alivien los costos fijos que ponen en riesgo de quiebra a las empresas grandes, medianas y pequeñas”, señala Andrés García Suaza, investigador de la Escuela de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad EIA.
Como parte de los mecanismos de protección, apunta el economista, es importante mantener el flujo de ayudas económicas a grupos poblacionales que perdieron su capacidad de generación de ingreso. Además, promover la disciplina colectiva para reducir los riesgos de contagio y un estricto control de los protocolos de bioseguridad en los puestos de trabajo.
“Entender la reactivación exige un conocimiento detallado de qué es lo que está sucediendo y cómo impacta el COVID-19 a la ciudad. Este estudio sirve para entender el impacto en la actividad productiva y el empleo, y qué mecanismos se deben desarrollar para retomar las actividades productivas de manera organizada”, comenta Jaime Echeverri Chavarriaga, vicepresidente de Planeación y Desarrollo de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia.
Como parte del estudio, los investigadores de esta mesa técnica actualmente producen una segunda publicación, la cual está enfocada al diseño de metodologías que permitan a las administraciones locales tomar decisiones informadas en dos caminos: en relación con la apertura segura del sector productivo y en atención a la población vulnerable.
Agencia de Noticias Eafit