Durante esta jornada se propone a vecinos organizar una forma distinta de pasar el día en sus casas, lugares de trabajo o estudio.
En 1998, en Rosario, el Consejo de Niños y Niñas declaró por ordenanza municipal que cada primer miércoles de octubre se celebre el Día del Juego y la Convivencia, un espacio que destina las calles de la ciudad para encontrarse, compartir, jugar y reinventar nuevas formas de convivencia en democracia.
Al respecto, la intendente de Rosario, Mónica Fein, resaltó que “mirando con ojos de niño todos podemos construir una ciudad de manera diferente y la propuesta de esos niños, hace 20 años, fue realizar un Día del Juego y la Convivencia, donde pudiéramos en nuestro lugar de trabajo, en las escuelas, en los espacios públicos dedicar un tiempo donde poder encontrarnos en el juego y recuperar ese niño que tenemos todos adentro”.
El objetivo principal de esta toma callejera para el juego y la convivencia, es volver a usar calles y plazas para el juego de la niñez como un derecho inalienable. Por eso, desde el Gobierno local destacan la iniciativa como una de las pocas en la región con esas características.
Andrea Bonino, directora del Jardín de Infantes, una de las tantas instituciones que se sumó a este día, remarcó que “son juegos tradicionales y para eso necesitamos de los más grandes para que hagan el pasaje a los más pequeños del armado, el cómo se juega y así armamos los objetos y los juegos en comunidad con las familias”.
Durante esta jornada se propone además a vecinos y vecinas organizar una forma distinta de pasar el día en sus casas, lugares de trabajo o estudio, intercambiando opiniones en una mateada (toma comunitaria y masiva del tradicional mate), disfrutando de los juegos de la infancia, remontando barriletes, o haciendo aquello que les guste o divierta.