Medellín afronta, como el título lo dice, dos problemas que han afectado a la gran mayoría de las personas: la contaminación y las bajas temperaturas, esto también sumado al pesimismo en acciones que ayuden a contrarrestar tales situaciones.
Qué contradictorio oír decir del Área Metropolitana esto: «hay que montar en bicicleta, pero no pueden salir a hacer deporte por la contaminación», silencio en el sector público que se convierte en la voz escondida de un pueblo faltante en argumentos e ideas.
El humo contaminante está afectando el cielo de nuestra ciudad, por qué no le dan una mirada a las industrias que trabajan en la zona del Sur y miran que todos los excedentes que producen se convierten en aire tóxico y nocivo para nuestro cuerpo, qué pasa con el Gas Natural Vehicular (brillante idea, pero que no ha dado resultados) que ni el 45% de los carros lo utilizan, recurren al viejo adagio de meterle siempre gasolina para que no se vare o «no se vea mejor». ¿Sólo con alertas y con días sin carro se solucionará esto? Amanecerá y veremos.
Cuando vamos a entender que tirar las basuras al piso contamina los cauces de los ríos (vean el Río Medellín en época de tormentas), en los últimos años, el Centro de Medellín es el lugar más caliente (más de 2°C por año), esta es otra de las causas por las que vivimos actualmente.
El ambiente pide a gritos y con desespero, soluciones de fondo para que actuemos y vivamos mejor, si usted deja ese individualismo y nos comprometemos juntos, sé que vamos a tener una ciudad más limpia y con mejor calidad de vida.
