Economía y Medio Ambiente: una convergencia para un Desarrollo Sostenible 

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Sebastian Ramirez Hoyos
3 julio, 2017 - Ecología Urbana

El consumo de los recursos naturales se ha incrementado en las últimas dos décadas del Siglo XXI, dejando a su lado caminos de destrucción muchas veces irrecuperables; un claro ejemplo de ellos es la noticia de El Tiempo (04/08/2016) donde se estima que “La humanidad habrá consumido el lunes la totalidad de los recursos que el planeta puede renovar en un año”.  Dicha información deja la incógnita de cómo está sobreviviendo el ser humano si la situación actual es esta y  más que eso, podemos preguntarnos qué se está haciendo para evitar dicha situación.

En el marco de este cuestionamiento, en este texto se intentará demostrar que la economía y el medio ambiente pueden converger para generar un desarrollo sostenible sin afectar la dimensión económica. Para ello, teniendo claro que es posible una explotación de los recursos naturales de manera mesurada, sin afectar el equilibrio del medio ambiente y la economía en pleno siglo XXI. Además, se reflexionar sobre cómo ha sido el comportamiento del ser humano frente a las prácticas económicas en relación con el medio ambiente, poniendo como meta que es posible generar una relación recíproca entre economía y medio ambiente.

Pues bien, el desarrollo sostenible tiene diferentes definiciones, pero para este texto la definiré como la forma o manera de consumo mesurado y responsable, donde no se detenga el desarrollo económico pero que tampoco se acelera la destrucción medio ambiental, es decir, que se busque un punto de equilibrio, donde ambas dimensiones se relación y trabajen recíprocamente sin que uno perjudique al otro.

Sin embargo, existen otras posturas como el desarrollo sustentable que se “piensan a la naturaleza como recurso y a su conservación y reproducción como condición de permanencia del proceso de generación de plusvalor y acumulación de capital” (Villa, Ojeda & Cruz, 2011, p. 96), es decir, existe la posibilidad y el deber de explotar los recursos naturales, pero hay que garantizar su renovación para que su explotación sea continua y accesible al consumo de la población demandante, que el cuidado sea primordial hacia el medio ambiente y dejando de lado la dimensión económica; porque los hombres que en el proceso histórico se han llamado feudales, burgueses, terratenientes y ahora capitalista, son los responsables de la atroz destrucción ambiental, ellos han sido responsable del consumo desmesurado de los recursos, ya que solo les interesa generar capital, acumular riquezas.

Lógicamente, el modelo impuesto por los capitalistas, el consumo, fue llevado a cabo por la población, aceptaron introducir ese estilo de vida y a demandar productos que el mercado les ofrecía sin importar si eran necesarios para su subsistencia, sino simplemente para entrar en la alta sociedad y generar estatus entre quienes eran los que poseían la capacidad de generar mayor demanda y consumir más.

Es importante desarrollar estas dimensiones de manera consciente, y saber que es posible el desarrollo de ambas y que ninguna afectará el desarrollo de la otra, pero es importante saber cómo hacerlo y por qué hacerlo; en primer lugar, hay que tener en cuenta el crecimiento poblacional y los perjuicios que este está generando en el medio ambiente, porque cuanta  más población haya, más producción de bienes o de productos debe generar la industria, acarreando el consumo de mayores recursos naturales; estamos hablando de pasar de 7.300 millones de habitantes en la actualidad a 9.700 millones para el año 2050, además, pensemos en cómo es la forma de renovación de los recursos, es posible siempre y cuando el consumo sea mesurado, porque el tiempo de renovación es de largo plazo; el consumo de un árbol se puede hacer en un día, pero la renovación del mismo puede tardar como mínimo veinte años o más, poniendo como ejemplo un lapso de tiempo corto (porque existen árboles que requieren de mayor tiempo para su desarrollo). Si se controla el crecimiento poblacional, es posible un desarrollo sostenible, y esto es lo que expone Meadows (1972) en su libro los límites del conocimiento, que provocó en la población un pensamiento consciente, si no se cambiaba la manera de consumo de los recursos naturales, acabaríamos por destruir el medio ambiente y a nosotros mismos, el consumo desenfrenado que la idea capitalista había impuesto en el modelo desarrollo, estaba fuera de control, generando altas cantidades de producción, mayor pobreza, mala distribución de las riquezas, cosa que no era de interés para las familias burguesas, ellas solo deseaban generar más riquezas.

También es posible que la industria genere productos que consuman menos recursos y no solo eso, sino también productos que eviten la contaminación del medio ambiente; algo tan simple como la reducción de plástico en las botellas, que ayudan a menor consumo de los productos para la fabricación de la botella e igualmente reduce la cantidad de contaminación ambiental porque acarrearía menos químicos que contaminan el agua, y evitan el desarrollo de economías como la pesquera, es decir, “se calcula que 25 millones de toneladas de plásticos se acumulan en el ambiente cada año y pueden permanecer inalterables por un periodo de entre 100 y 500 años” (Ortiz, Laura, 2013), matando a miles de animales que quedan atrapados dentro de los plásticos o por ingerirlos; igualmente, es posible una minería responsable, sin el uso de químicos como el mercurio, que contaminan el agua e igualmente destruyen diversas economías que se desarrollan en el agua.

Volvamos al tema del plástico y ver la posibilidad que existe de transformar este material en otros objetos amigables con el medio ambiente, que ayudan a producir economía; es el caso de la empresa Re-Ciclas en Medellín, que se encargar en transformar las botellas de plástico en marcos de bicicletas; la construcción del marco requiere de un aproximado de doscientas botellas plásticas, además, no se utiliza pintura y la bicicleta no se oxida; en la fabricación del molde se añaden granos triturados de maíz que permiten, cuando el dueño no desee seguir con su uso, enterrarla y generar el crecimiento de plantas.

Muchos se atreven a decir que es imposible un desarrollo sostenible, porque este afecta el crecimiento económico de las empresas y la acumulación de capital, dado es necesario explotar los recursos naturales para mantener la economía estable y generar satisfacción a los consumidores, por ejemplo, la generación de energía que según los empresarios en más “viable”, es por medio de embalses, que en muchas ocasiones destruyen bosques, secan ríos, dañan la economía pesquera, ganadera, agricultura, ya que retiene las aguas del afluente, no obstante, esta posición es limitada,  ya existen otras maneras para generar energía de manera sostenible, renovable y que permite el crecimiento de la economía, como la generación de energía eólica y/o solar, que no produce daños ambientales, son perdurables y generan desarrollo de economía con la prestación del servicio de energía.

En suma, es posible generar un desarrollo sostenible que no afecte la economía y el medio ambiente, donde tengamos claro que hay que controlar la expansión humana, que hay que generar industrias sostenibles como el reciclaje y que también se pueden consolidar empresas de servicios sostenibles, como el caso de la energía que anteriormente mencionamos. Todo esto es posible en tanto que exista voluntad y  responsabilidad social, económica y política, con ayuda de las academias y su apoyo investigativo, que permitan ver cómo se puede realizar una conversión entre economía y medio ambiente.

Sebastián Ramírez Hoyos

Bibliografía:

–          García, Manuel, (01/02/2016). El mapa que muestra cómo se ha acelerado el crecimiento de la población mundial, La Vanguardia. Recuperado de: http://www.lavanguardia.com/vida/20160201/301816846969/mapa-crecimiento-poblacion-mundial.html

Referencia:

  • Covarrubias Villa, Francisco; Ojeda Sampson, Alejandra; Cruz Navarro, María Guadalupe; (2011). La sustentabilidad ambiental como sustentabilidad del régimen capitalista.Ciencia Ergo Sum, Marzo-Junio, 95-101. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10416528010
  • Ortiz, L. (23, 05,2013). El impacto de los plásticos en el medio ambiente. Centro de Investigación en Biotecnología de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM). Recuperado de: http://www.jornada.unam.mx/2013/05/27/eco-f.html

–          Redacción, (04, 08,2016). La humanidad ya se gastó los recursos naturales del 2016, El Tiempo. Recuperado de: http://www.eltiempo.com/vida/ciencia/la-humanidad-ya-se-gasto-los-recursos-naturales-del-2016-46724