Reemplazar una parte de clínker –principal componente del cemento Portland– por una mezcla de arcilla calcinada y caliza reduciría las emisiones de CO2 en el sector de la construcción.
Claudia Patricia Rodríguez Hidalgo, magíster en Ingeniería de Materiales y Procesos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, avanza en el estudio del efecto que tendría incorporar de forma conjunta una proporción de arcilla calcinada y caliza, sulfato (SO3) y clínker en cantidades menores a las convencionales, buscando tener un compuesto que evita los efectos contaminantes del cemento convencional.
“Si reducimos el factor clínker en cualquier formulación de cemento mitigamos las emisiones de CO2, pero también tratamos de que cumpla con un buen nivel de servicio y que siga siendo de uso masivo, por eso necesitamos balancear lo que quitamos con materiales alternos, que tienen otros beneficios”, explica la investigadora.
Entre los resultados de la experimentación se evidenció que, aunque el clínker fue el factor más importante para el desarrollo de resistencias mecánicas a edades tempranas, y la arcilla calcinada no tuvo mucho peso a durante los días 1 y 3 días, la resistencia a la compresión sí se volvió significativa mientras avanzó la hidratación, llegando a ser comparable en magnitud al clínker.
De su lado, las mejoras en el desempeño son proporcionales al contenido de arcilla calcinada, un hallazgo importante para, en un futuro, proveer a la industria de la construcción de materiales de calidad más sostenibles, que pueden alcanzar una reducción de emisiones de CO2 entre un 15 y 30 %.
Con información de la Agencia de Noticias Universidad Nacional.