El proceso que realizan se desarrolla con base en la reacción química que produce biodiesel a partir de la combinación de grasas y metanol.
La mezcla de aceites vegetales e hidróxido de potasio, ha sido la principal manera para conseguir biodiesel, pero los costos de este último y la necesidad de que sea de alta pureza, lo convierten en un producto complejo en su producción, y más cuando su esencia es que sea natural, renovable y biodegradable.
Por ello, estudiantes del Instituto Tecnológico de Veracruz (ITVER) en colaboración con el Instituto Tecnológico de Tuxtla Gutiérrez (ITTG), desarrollaron una manera de producir este combustible a partir de reutilizar aceites desechados por restaurantes con lo que, además, buscan disminuir la contaminación ambiental ya que el proceso es más limpio y no genera subproductos.
La idea, comienza con la evaluación de enzimas que facilitan el desarrollo del biodiesel, eliminando los residuos contaminantes propios del hidróxido de potasio y abaratando los costos que se presentan en la catálisis química desarrollada a nivel industrial.
Por el momento, de acuerdo con lo relatado por Veymar Guadalupe Tacias Pascacio, maestra en ciencias en ingeniería bioquímica y estudiante de doctorado en ciencias en alimentos del Instituto Tecnológico de Veracruz, se han analizado tres tipos de mezclas por medio de las cuales se produce el biodiesel: la alcalina, la ácida y la heterogénea.
Igualmente, en el laboratorio los investigadores procesan 25 nuevos biocatalizadores que fueron desarrollados por los investigadores mexicanos en una unión de trabajo con el Instituto de Catálisis y Petroleoquímica de Madrid, España.
“El biodiesel tiene un ciclo cerrado de carbono, ya que el dióxido liberado durante su combustión, es absorbido nuevamente por el mismo tipo de plantas con el que fue elaborado”, destacó Tacias Pascacio en una publicación del portal Investigación y Desarrollo, y difundida por la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación de México.
La académica, aclaró que el proceso que realizan se desarrolla con base en la reacción química que produce biodiesel a partir de la combinación de grasas y metanol, a la cual se le conoce con el nombre de transesterificación, un procedimiento de fermentación que requiere de un proceso basado en químicos o enzimas.
Actualmente la investigación avanza en la consecución de recursos y permisos, que les permitan acceder a las normas internacionales para la producción y comercialización de biodiesel.
