Fernando Haddad: de alcalde en São Paulo a potencial presidente en Brasil

Fernando Haddad: de alcalde en São Paulo a potencial presidente en Brasil

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LA Network
29 septiembre, 2018 - Gobernanza

Aunque el candidato ultraderechista Jair Bolsonaro sigue en el primer lugar de las encuestas en Brasil, a nueve días de las elecciones presidenciales, la intención de voto por el exalcalde de São Paulo, Fernando Haddad, sucesor de Luiz Inácio Lula da Silva como candidato, crece rápidamente.

Fernando Haddad: de alcalde en São Paulo a potencial presidente en Brasil
Foto: PT

La más reciente encuesta presidencial en Brasil ya marca una tendencia: Jair Bolsonaro, candidato ultraderechista, sigue al frente con un 28 % de favoritismo, pero sus números se estancaron y hoy está solo seis puntos porcentuales por encima de Fernando Haddad, candidato del PT y cuya intención de voto pasó del 16 % al 22 % en una semana, de acuerdo con un amplio sondeo de la firma Datafolha, que entrevistó a 9.000 electores en 343 ciudades del país. La posibilidad de que el exalcalde de São Paulo llegue a la presidencia es cada vez más fuerte.

Fernando Haddad es un académico de 55 años, cuyo perfil de intelectual de izquierda lo llevó a la política, concretamente al Partido de los Trabajadores PT. Haddad tiene una maestría en Economía y un doctorado en filosofía de la Universidad de São Paulo y ha sido profesor de Ciencias Políticas de esa misma universidad.

Su vida en el servicio público comenzó como jefe de gabinete de la Secretaría de Desarrollo Económico y de Hacienda del municipio de São Paulo entre 2001 y 2003, luego fue asesor especial del Ministerio de Planificación, Presupuesto y Gestión, y posteriormente ministro de Educación en los gobiernos de los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, donde obtuvo buenos resultados en el mejoramiento de la cobertura educativa, aunque no exentos de polémicas. Renunció a este cargo justamente para postularse como alcalde de São Paulo.

Fue elegido alcalde de la megaciudad en segunda vuelta con el 56 % de los votos, derrotando al candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña y exalcalde de la ciudad José Serra.

La gestión de Haddad como alcalde tuvo un acento especial en la movilidad urbana. Se inspiró en políticas de Nueva York, Bogotá y París para construir vías y corredores de autobuses, ampliar aceras, reducir límites de velocidad y limitar el estacionamiento de vehículos en lugares públicos.

Las medidas tomadas dieron frutos. Entre 2013 y 2015, por ejemplo, São Paulo bajó 51 posiciones en el TomTom Traffic Index, el más importante ranking de medición de la congestión vial, pasando del 7º lugar entre las más congestionadas del mundo en 2013, al puesto 58 en la medición de 2015. Y para 2017 la ciudad se ubicó en la posición 71 entre 390 ciudades estudiadas.

La gestión de Haddad como alcalde tuvo un acento especial en la movilidad urbana. Se inspiró en políticas de Nueva York, Bogotá y París.

Pero una sociedad fuertemente conservadora como la de São Paulo poco aceptó esta visión de ciudad de Haddad. Fue célebre la polémica generada en febrero de 2015 cuando anunció la ampliación de las ciclorrutas y la construcción de una de ellas en el centro de la Avenida Paulista. La mayoría de medios de comunicación criticó la idea y así mismo lo hicieron las clases medias y altas de la ciudad. El diario estadounidense The Wall Street Journal publicó un reportaje sobre este enfrentamiento y dijo que si Haddad «fuera el jefe de San Francisco, Berlín o alguna otra metrópoli, él sería considerado un visionario urbano». Pero para São Paulo definitivamente no.

Por esta y otras razones, el gobierno de Haddad no gozó de la favorabilidad ciudadana, al punto que en las elecciones de 2016 perdió en primera vuelta y de forma estrepitosa con el candidato conservador João Doria.

En los últimos meses los ojos del Partido de los Trabajadores PT se posaron en Haddad como el posible candidato presidencial en reemplazo de Luiz Inácio Lula da Silva.

La condena a Lula da Silva a doce años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, hizo prácticamente imposible la participación del carismático expresidente en las elecciones de este octubre, cuando las encuestas lo daban como el favorito absoluto de los brasileños.

Haddad recibió la posta como candidato presidencial el pasado 11 de septiembre, pero también tiene una investigación abierta. A principios de este año la Policía Federal de São Paulo  acusó al ex alcalde por el delito de falsedad ideológica electoral – más conocido como caja 2- en su campaña de 2012.

Haddad empezó a ser investigado a partir de la confesión del empresario Ricardo Pessoa, quien relató haber recibido una solicitud de dinero del extesorero del PT, João Vaccari Neto, para pagar una deuda de campaña del entonces candidato a alcalde de la ciudad de São Paulo -Fernando Haddad-, relacionada con los comicios de 2012. Algunos señalan que esta acusación tiene la clara intención política de dañar la aspiración presidencial de Haddad.

En resumen, en un país carente de liderazgos y en una aguda crisis política, el nombre de Haddad resulta muy atractivo para iniciar un nuevo ciclo. El incomprendido exalcalde paulista puede ser presidente y hoy su nombre y figura toman cada vez más fuerza.