El observatorio ciudadano Lima Cómo Vamos presentó los resultados de su séptima Encuesta de Percepción sobre Calidad de Vida, que evalúa aspectos diversos de la ciudad como: transporte, seguridad, espacios públicos, vivienda, cultura, participación ciudadana, entre otros.
Cada vez es más frecuente ver cómo los observatorios ciudadanos, entre sus principales elementos de información pública, desarrollan encuestas de percepción ciudadana. Sin duda, son una herramienta emocional que, combinada con la medición técnica de indicadores, resultan claves para identificar los avances o retrocesos de la ciudad.
Y es que tener datos sobre lo que opinan los habitantes de la ciudad, más allá de las estadísticas e indicadores de gobierno, permite contrastar la percepción con la realidad para así poder identificar las brechas de información, la cercanía entre el gobernante y el ciudadano, y los temas en los que es necesario trabajar más para poder generar verdaderos avances en materia de desarrollo social.
Lima Cómo Vamos presentó este martes su encuesta ciudadana sobre calidad de vida, en la que por primera vez, se han recogido las opiniones de los habitantes del Callao, que junto con Lima forman una gran área metropolitana.
Los resultados en relación con los años anteriores no han cambiado en lo fundamental: la encuesta reportó que la delincuencia e inseguridad ciudadana son hoy considerados como el principal problema que afecta la calidad de vida en Lima y Callao. El transporte público es la segunda mayor preocupación y la contaminación ambiental aparece como el tercer problema en ambas ciudades.
En el caso de la seguridad, solo el 10.3% de los limeños señala sentirse seguro, mientras que en Callao se siente así el 16.8%. En contraste, un 61.3% de limeños afirmó sentirse inseguro en la ciudad, 10 puntos porcentuales más que los chalacos (habitantes de Callao), que se siente inseguros en ella en un 51.5%. Los robos callejeros siguen siendo el principal problema para los vecindarios, tanto en Lima (49.6%) como en Callao (45.8%). Y un tema en este apartado que inquieta a Lima Cómo Vamos: el acoso sexual callejero. Si bien el promedio de Lima es de solo 19%, al segregar los resultados por sexo se observa que el 30.6% de mujeres asegura haber sido víctima de acoso callejero. Una cifra altísima que, sin embargo, puede estar ocultando un porcentaje mayor, pues este tipo de violencia suele ser minimizado o invisibilizado.
Ya en relación con el segundo tema más problemático, el transporte público, la encuesta evidencia cómo es mayor el porcentaje de limeños (73.3%) y chalacos (74.4%) que se moviliza hacia su trabajo, oficina o centro educativo en transporte colectivo (combi o cúster, bus, Metropolitano, colectivo, Metro de Lima y Corredores Complementarios), que aquellos que se movilizan en transporte individual (automóvil, mototaxi, taxi y motocicleta) en Lima (16.6%) y Callao (13.9%). En cuanto a la calificación del servicio, el mejor valorado por los ciudadanos es el Metro de Lima con un 59.8%. Aunque el 69% de los limeños se siente insatisfecho con el transporte público.
Pero sigue quedando en evidencia en una ciudad como Lima que los peatones y los ciclistas son los grandes olvidados en la pirámide de movilidad. Ambos modos de viaje no parecen contemplados en las políticas públicas y bien señala Lima Cómo Vamos que “si para acceder a un sistema masivo no existen veredas alrededor, estas no poseen rampas o los cruces son inseguros, se está condicionando a las personas a realizar estos viajes en otros vehículos o con apoyo de alguien, lo que afecta su gasto para movilizarse y su uso del tiempo.” Y tanto en Lima como en Callao, la insatisfacción con los espacios para peatones es altísima (45.9% en Lima vs. 49.3% en Callao), así como con las ciclovías (insatisfacción de 53.4% en Lima y 55% en Callao).
Ya en la valoración de los temas ambientales, para Lima y para Callao, los principales problemas son la contaminación por vehículos, el nivel de ruido y la falta de árboles y mantenimiento de las áreas verdes. Llama la atención el caso del ruido, donde la preocupación de los limeños aumentó a un 32.7%. Aquí puede sumarse la insatisfacción con el espacio público tanto en la ciudad como en el barrio y la clara desigualdad social que se observa, ya que los encuestados que se encuentran mayormente insatisfechos son aquellos con menores recursos. Esta circunstancia se evidencia en un hecho: continúa siendo mayor el porcentaje de hogares con hijos menores de 15 años que afirman que estos salen pocas veces a jugar a la calle o al parque, con un porcentaje de 18.9% en Lima. Y el mayor porcentaje de niños que nunca o casi nunca sale a jugar se concentra en la población con menores recursos.
Por último y en relación con el orgullo por la ciudad, el 60.8% de chalacos manifestó sentirse orgulloso de vivir en el Callao frente al 41.7% de limeños que se declaró orgulloso de vivir en Lima, un porcentaje mucho más bajo. Este aspecto tiene un enorme valor ya que elementos como el sentido de pertenencia, la admiración y el orgullo por la ciudad son vehículos claves para las transformaciones culturales y para estimular la movilización ciudadana hacia propósitos comunes de mayor bienestar y equidad. Aspectos en los que la ciudad de Lima aún tiene muchas asignaturas pendientes.