Invitado por el Banco Interamericano de Desarrollo BID para hablar sobre Latinoamérica, el británico y experto mundial en ciudades entregó tres claves para la urbe que viene: conectividad, sistemas públicos y alianzas.
Considera que estamos en el inicio de la cuarta década del ‘Siglo de las ciudades’ que ubica a partir de los años 80 y no cree que nos dirijamos hacia una ciudad virtual tras el Covid-19, al que ve como una oportunidad para transformar “la mala urbanización” en la que avanza el mundo entero: las ciudades se dirigen hacia una ciudad híbrida entre lo físico y lo digital.
Y entre esos conceptos, el urbanista británico y experto mundial en ciudades, Greg Clark, señala siete “impulsos” y tres claves para las ciudades de Latinoamérica y el mundo, originadas por la pandemia por coronavirus.
“Si tomamos los siete temas como los impulsos emergentes que surgen del Covid-19, ¿qué es lo que nos dicen sobre el futuro de nuestras ciudades? (…) Esto da lugar a nuevas agendas de conectividad, reciprocidad y complementariedad, evidentemente de activos compartidos y propósitos comunes. Algunas personas describen el Covid-19 como el cambio de la ciudad física a la ciudad virtual y personalmente creo que esta es una agenda distorsionada, nos dirigimos es más hacia una ciudad combinada, una ciudad híbrida”, señala.
Clark, autor de 10 libros, experto en urbes en crisis, presidente de The Connected Places Catapult, catedrático de Innovación Urbana en el University College of London, profesor de Ciudades e Innovación en la Universidad de Strathclyde y en la actualidad Jefe Global de Ciudades del Futuro y Nuevas Industrias de HSBC; fue invitado por la Red de Ciudades del Banco Interamericano de Desarrollo- BID, al webinar ‘El futuro de las ciudades: transformando la vida urbana’, en el que compartió su visión sobre los tiempos por venir.
Siete sectores que impulsará la Covid -19
Para Clark, las urbes de su ‘Siglo de las ciudades’ permitieron reducir la pobreza, mejorar la movilidad social y generar economías más productivas con altos aportes para los activos públicos.
Claro, también pone evidencia que esas bondades de la “buena urbanización”, conviven con la “mala urbanización”, es decir un alto costo por la carbonización de la economía, la superación de sistemas como el transporte y sus emisiones, la falta de seguridad, la inequidad y la desigualdad; y “ahora la pandemia nos ha recordado que las ciudades también son lugares de contagio”, expresa.
Destaca, además, que ese impacto de la pandemia ha tenido una mayor afectación en lo económico, pero lanza también un mensaje de esperanza. “Las ciudades también tiene una especie de sueño de buena organización, una organización que es humana, conectada, inteligente, apoyada por tecnología con niveles más elevados de inversión para crear una ciudad que es una plataforma compartida por toda la humanidad”.
En este orden de ideas, los siete campos que regirán para él, las ciudades del futuro tienen en primer lugar a la ‘Cadena de suministro y los flujos de comercio’, como una oportunidad para diversificar los mercados por ejemplo en alimentos y energía en la que las economías locales y regionales tienen múltiples oportunidades.
En segundo lugar, Clark ubicó la ‘Transformación digital’ y lo que llamó las ‘servitransacciones’ en campos como el entretenimiento, la telemedicina, el aprendizaje digital, el e-commerce, que cambiarán muchos modelos de negocio.
‘Salud y bienestar’, es el tercer campo detallado por el experto británico para el futuro de las ciudades y en el que señaló hay que trabajar mucho en la transformación de los servicios de salud y en las vulnerabilidades preexistentes en la salud de las personas que reveló la pandemia.
Justamente, en relación con esas dolencias preexistentes, el experto destacó el ‘Cambio climático y la economía sustentable’ como el cuarto impulso para las ciudades del futuro. “Una mala calidad del aire inducida por contaminación produce enfermedades respiratorias y hace que los seres humanos sean más vulnerables al Covid-19”, señaló recalcando de la necesidad de sistemas productivos más respetuosos, menos carbonizados y que no vulneren la naturaleza.
En quinto lugar, están los ‘Nuevos patrones espaciales: espacios, servicios y sistemas compartidos’ en el que hizo alusión a los cambios que se tendrán en el uso de los espacios públicos, los sistemas de transporte, una nueva normalidad con las precauciones exigidas por la crisis sanitaria.
‘La gestión de la globalización: impactos geopolíticos’, es el sexto campo del que dijo el profesor y autor, debe generar una dosis de prudencia respecto a lo que llamo “un nuevo nacionalismo competitivo”, en el que la relación entre ciudades y gobiernos nacionales debe ser más activa.
Por último, el campo que llamó ‘Nuevo contrato social’ y la que en su presentación puso un signo de interrogación ya que es objetivo por alcanzar. “Un nuevo contrato social con niveles más elevados de ayuda mutua, capital social que nos permita funcionar, un aumento de la filantropía y esto surge de un deseo de atacar las desigualdades, las vulnerabilidades reveladas por la Covid-19”.
Finalmente, Clark señaló que, para llevar a cabo un proyecto de ciudad para el futuro, una de las claves es la conectividad, una que no deje de lado la “ciudad física”, la de las actividades presenciales, una ciudad híbrida, ya que una ciudad totalmente digital conllevaría el riesgo de la fragmentación y la exclusión.
Señaló que la conectividad en la ciudad del futuro, deberá ser un derecho garantizado por las instituciones y gobierno locales, sobre el que se constituya la plataforma de una economía compartida.
“Y si hablamos de lograr mayor sostenibilidad los espacios comunes, los sistemas públicos como el transporte público, son activos comunes en los que será esencial y crítico invertir”, advirtió Clark.
Para concluir, el experto señaló que será imperativo alcanzar instituciones fuertes y robustas, lideradas por personas capaces de movilizar el objetivo común que no puede cambiar con el pasar de las décadas del ‘Siglo de las ciudades’: “la misma idea central de que las personas quieren disfrutar de las oportunidades que brindan las ciudades, ya que estas albergan el ADN de la calidad de vida”.