El CRC posibilita alcanzar importantes logros de mitigación del cambio climático, generando además grandes beneficios asociados en desarrollo sostenible.
La Ciudad de Panamá se convirtió en epicentro para el trabajo latinoamericano contra el Cambio Climático, luego de que un convenio entre la ONU y el Banco de Desarrollo de América Latina – CAF, propiciara la puesta en marcha del Centro Regional de Colaboración – CRC para promover la acción climática en América Latina.
El espacio, apoyado por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, busca ser un espacio catalizador clave para impulsar la acción climática a nivel nacional y en toda la región. Además, en el Centro Regional de Colaboración continuarán trabajando en los asuntos relacionados con el desarrollo sostenible en el marco del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) de la ONU.
“Este espacio es clave en la hoja de ruta exitosa para evitar que la temperatura no aumente más de dos grados centígrados, para encaminar la cooperación internacional y el flujo de inversión que nuestro país requiere para transformar el modelo de desarrollo hacia uno que valore los recursos naturales y el servicio que hacen los ecosistemas para mantenernos con vida”, destacó Isabel de Saint Malo, vicepresidenta y canciller de la República de Panamá.
La funcionaria, agregó que el establecimiento del CRC para América Latina en la Ciudad de Panamá, permitirá a la región ganar en eficiencia puesto que este centro se suma a una red más amplia de agencias de desarrollo con sede en la ciudad, que ya trabajan en el ámbito del cambio climático. Además, servirá para guiar los propósitos contra la acción climática en el camino de la implementación del Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS.
Al respecto, Patricia Espinosa, secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, destacó que “el CRC facilitará el aprovechamiento de las oportunidades que implica transformar nuestro crecimiento según modelos bajos en emisiones, construir sociedades resilientes al cambio climático y lograr un desarrollo realmente sostenible”.
Igualmente, resaltó que espera que este tipo de lugares propicien impulsar cientos de que ayuden a los países latinoamericanos a ganar capacidad técnica y conocimientos, así como comprender sus perfiles de emisiones para actuar sobre el terreno y cumplir sus contribuciones dentro del Acuerdo de París.
En la región, el el CRC de Bogotá, creado en el año 2013, ha dado apoyo a los países latinoamericanos de diferentes maneras, como facilitando la puesta en relación de los países donantes con los responsables de proyectos que buscan financiamiento y el desarrollo de políticas sobre el cambio climático.