La moda de lo circular

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Bibiana María Guerra De Los Ríos
12 marzo, 2024 - Ecología Urbana

Bastante se ha hablado sobre economía circular, un enfoque que busca alargar la vida útil de los recursos, materiales y bienes. Si bien casi siempre que se habla del término se piensa en el tema de los residuos, lo cierto es que la moda circular abarca ya casi todos los sectores y temas que uno pueda imaginarse. Actualmente, con el costo de vida tan alto a nivel global, reciclar, reusar y reparar se han vuelto acciones útiles y costo-eficientes que las personas están aprovechando. Además, hay un factor ambiental que se ve impactado por el consumo desmedido por parte de casi 8 mil millones de habitantes del planeta.

Las economías mundiales, y los mismos individuos, nos hemos caracterizado por producir, comprar, consumir y desechar. Pasar de una economía lineal como esa a una circular, ya en transición en muchas partes, no es tarea fácil ni rápida, pero vamos en camino. Las leyes que prohíben y cobran por plásticos de un solo uso como los pitillos o las bolsas de supermercado, por ejemplo, ayudan a que seamos más conscientes de nuestros hábitos. Otras normas para incentivar el reciclaje de residuos y materiales también van en pro de esa circularidad, permitiendo que los desechos de una persona se conviertan en los recursos de otra.

Por otro lado, el negocio de la ropa de segunda o de bienes de lujo en el país ha adquirido connotaciones importantes. Pululan los grupos en redes y los almacenes de segundas oportunidades donde se ofrecen bienes de buena calidad que ya se usan o cosas nuevas que nunca se estrenaron a buenos precios. Esto es interesante teniendo en cuenta que muchas personas están adquiriendo bienes de lujo usados en buen estado a precios asequibles. También es una oportunidad para generar ingresos ocasionales por parte de quienes ofrecen sus prendas. Según la ONU, la economía circular textil crece 25 veces más que el retail.

Finalmente, la circularidad también ha llegado al sector inmobiliario. Recordemos el barrio famoso de Soho en Nueva York, un área de bodegas convertidas en lujosos lofts. En su historia más reciente, y a raíz el COVID-19, en países como Estados Unidos se vieron mermados los ingresos y las rentas de las oficinas por el encierro. Hoy en día, esas antiguas oficinas han aumentado la oferta de vivienda y países como España y Brasil han adoptado esas estrategias también. En vez de seguir aumentando la huella de las ciudades, generando más impacto negativo en materia de movilidad y sostenibilidad por el crecimiento físico de las ciudades, esta opción es interesante para aprovechar espacios en desuso, rescatar infraestructuras viejas en buen estado y/o de carácter histórico o patrimonial, y aumentar la densidad en buenas ubicaciones permitiendo tener una mejor calidad de vida a los ciudadanos. Al final, es más económico adecuar un equipamiento existente que construir uno nuevo y si le sumamos el reciclaje de materiales el beneficio es mayor.

El discurso de la circularidad seguirá dando mucho de qué hablar en estos años. Siendo testigos directos de los efectos del cambio climático, cada vez somos más conscientes de que nuestra forma de vida también genera efectos, para bien y para mal. Hoy, pequeñas y grandes marcas se han unido a campañas globales de sostenibilidad, reciclando materiales y prendas y usando menos agua en sus procesos. Los centros de las grandes capitales son hoy también más atractivos porque hay más personas viviendo en ellos. El camino es largo, pero ya lo vamos recorriendo.