“Prefiero aproximarme a la tesis de que la región sigue siendo un campo en disputa, a aquella que afirma que estamos ante el fin de un siglo que se ha llamado progresista, o de izquierda, y que estaríamos de cara a una fase de restauración conservadora o de una contrarrevolución”.
Así respondió el profesor Jairo Estrada Álvarez, de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), a la pregunta ¿nuevas derechas o lo nuevo en la derecha?, alrededor de la cual giró el III Seminario Internacional Pensar Nuestra América, organizado por la Maestría en Estudios Políticos Latinoamericanos de dicha Facultad.
Al reflexionar acerca del momento político y de las transformaciones que experimenta la región, el docente propone preguntarse primero si en algún momento del transcurrir histórico se abandonó definitivamente la restauración conservadora que se inició desde la instalación de las dictaduras militares en la década de los setenta.
“No ha habido una valoración suficiente de los efectos políticos y culturales en una perspectiva sistémica del periodo reformista y de las transformaciones democráticas, liberales y progresistas que se han vivido durante los últimos lustros”, comentó el profesor Estrada.
Entre estas transformaciones reconoce hechos como que en los años noventa se produjo una “desertificación neoliberal” en algunos países de Latinoamérica, lo que abrió la posibilidad para discutir de nuevo alternativas al capitalismo con impactos no solo en la región, sino en todo el mundo.
“Sin duda, las tendencias del proceso político inauguradas en los primeros años de este siglo han tenido unos efectos que se deben valorar con mayor rigor”, advierte. En ese sentido, considera que es importante destacar que se produjo un retorno al pensamiento crítico, a categorías y conceptos que estaban en los anaqueles, a nuevas elaboraciones conceptuales en la crítica al capitalismo, particularmente aquellas con componentes socioambientales, culturales, feministas y de crítica a la crisis civilizatoria”, expuso el profesor Estrada.
Agregó que durante este tiempo se produjo una afectación de la posición hegemónica de los EE. UU. y el surgimiento de una institucionalidad con la que se pretendió consolidar esta afectación. Ejemplo de esto son las experiencias del surgimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Sobrevaloración de cambios políticos
Al tiempo con estas reflexiones, sugiere hacer otras relacionadas con el trabajo de los científicos sociales, pues considera que desde este se produjo una insuficiente distinción del análisis geopolítico de otros frentes, ocasionando que, desde esa perspectiva, muchos Gobiernos terminaran siendo definidos como de izquierda sin serlo.
“Creo que hubo sobrevaloración de los cambios políticos, identificados en algunos casos como un círculo de revoluciones cuando en sentido estricto nunca lo fueron”, explicó. En tal sentido, sostiene que se podría hablar de “cierta banalización del concepto de izquierda”.
Aseguró que “se terminó por definirles a los procesos alcances que en el sentido estricto no tenían, y eso en política es irresponsable porque al no tener los alcances que se anuncian, lo que se produce son frustraciones”.
Mientras eso sucedía, el capitalismo como orden social sigue vigente y no ha sufrido grandes transformaciones, a lo que se le suma el auge reciente de los proyectos políticos de la derecha.
“Lo cierto es que estamos viviendo un proceso de redefinición del campo de fuerzas en la región y dentro de los respectivos países”, comentó el docente.
Agencia de Noticias UN