Latinoamérica: la región que más biodiversidad destruye en el mundo

Latinoamérica: la región que más biodiversidad destruye en el mundo

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LA Network
16 septiembre, 2020 - Ecología Urbana

El informe Planeta Vivo 2020 de la WWF señala que la destrucción de suelo natural para darlo al servicio de la producción agrícola es causa principal de la pérdida alarmante del 94 % en la región: la mayor del planeta.

Latinoamérica: la región que más biodiversidad destruye en el mundo
Sin embargo, el panorama negativo no se detiene en la fauna. La investigación de la organización con presencia en 13 países de la región señala que en el mundo también las especies vegetales están en peligro.

El Índice del Planeta Vivo (IPV), que mide la abundancia de aproximadamente 21.000 poblaciones de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios en todo el planeta y sobre el que construye el Informe Planeta Vivo 2020 de la Fundación Mundial para la Vida Silvestre o WWF (por sus siglas en inglés), produce la catastrófica noticia: mientras en el mundo las poblaciones monitoreadas se han reducido en promedio en un 68 %, ese nefasto indicador revela que en Latinoamérica ese porcentaje es de un apocalíptico 94 % entre 1970 y 2016.

En comparación, África registra una reducción del 65 %, Asia y Oceanía un 45 %; Norteamérica 33 % y Europa, el porcentaje de destrucción menor: 24 %.

“La naturaleza está siendo transformada y destruida a una velocidad sin precedentes en la historia, con un costo muy alto para el bienestar del planeta y de la humanidad”, advierte Roberto Troya, director regional de WWF para América Latina y el Caribe.

El informe que considera 4.392 especies y cuya última versión fue presentada en 2018, asigna como la principal causa de esta debacle natural regional al cambio de uso de suelo (51.2 %).

Esto implica la pérdida de hábitat -a la que se ha implicado en la transmisión de enfermedades zoonóticas como el COVID-19 y la degradación de los suelos, una superficie necesaria de la que dependen el 90 % de las especies terrestres.

Aquí, las mayores transformaciones son las generadas por las actividades agrícolas a las que la organización califica como “insostenibles”.

Agrega como causa los impactos de la generación de la infraestructura, coincidiendo con la advertencia registrada por LA Network de parte del experto colombiano en deforestación en Latinoamérica y director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible, Rodrigo Botero: “Estamos ante la última gran avanzada mundial de búsqueda de tierras disponibles para commodities”, proceso que se inicia con la llegada de carreteras como las principales infraestructuras usadas como excusa, advirtió el investigador y activista.

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Otros de los responsables de esa disminución son el crecimiento urbano -que en Latinoamérica ha llevado al 80 % de su población a ciudades-; la producción de energía y la minería.

Ahora, sobre la población de insectos, se debe advertir que Latinoamérica no es la más afectada por las reducciones, son Europa Occidental y Norteamérica las regiones que evidencian esa caída.

Sin embargo, las especies dependientes del entorno acuático dulce también están en riesgo y la alerta es máxima. “La biodiversidad de los ecosistemas dulceacuícolas está disminuyendo a un ritmo más rápido que en los mares o los bosques”, señala el Informe Planeta Vivo 2020.

El ritmo de reducción en este ambiente, que implica la evaluación de 3.471 poblaciones incluidas en el Índice Planeta Vivo de Agua Dulce y que representan a 944 especies; ha sido devastador: aproximadamente 4 % anual para llegar en el periodo de análisis al 84 % en el mundo.

Y la región vuelve a ser el foco de la destrucción: “La mayor parte de estas pérdidas se están dando entre los anfibios, reptiles y peces de agua dulce en todas las regiones del planeta, pero especialmente en Latinoamérica y Caribe”, indica el Informe.

Este documento señala que en el mundo son 10 los factores de incidencia humana que están afectando los océanos. Entre ellos se destacan la sobrepesca, el cambio climático y la contaminación de origen terrestre. La primera como responsable directa en la disminución del tamaño de la población y las dos siguientes con impactos en los hábitats y entornos.

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No quedan por fuera del estudio otros factores como la construcción y asentamiento de infraestructuras, el desarrollo urbanístico en las costas y la minería de los fondos marinos.

Sin embargo, el panorama negativo no se detiene en la fauna. La investigación de la organización con presencia en 13 países de la región señala que en el mundo también las especies vegetales están en peligro.

“Se calcula que una de cada cinco especies vegetales (22 %) se halla amenazada de extinción, en su mayoría en zonas tropicales”, indicó al respecto la WWF Colombia advirtiendo que “De hecho, la cantidad de estas especies extintas documentadas dobla la suma de mamíferos, aves y anfibios extintos”.