Cada día es más común escuchar que se habla del término 5G. Esta sigla es usada para referirse a la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil. Es la sucesora de la tecnología 4G. En la actualidad, se encuentra sin estandarizar y varias de las empresas de telecomunicaciones más poderosas del mundo están desarrollando sus prototipos, por lo que se prevé que su uso común será en 2020 o 2021.
La tecnología 5G promete ser hasta 100 veces más rápida que los sistemas inalámbricos actuales, una verdadera revolución en relación con las velocidades que tenemos hoy. Pero incluso más importante que la velocidad, será la conectividad. La empresa sueca Ericsson, por ejemplo, estimó en su Mobility Report (junio 2017) que habrá alrededor de 29 mil millones de dispositivos conectados para 2022, de los cuales alrededor de 18 mil millones estarán relacionados con IoT (Internet de las Cosas).
Es en este escenario de mediano plazo que vale la pena imaginarse las posibilidades que plantea la nueva tecnología 5G a los distintos sectores, entre ellos, la industria metroferroviaria.
Recientemente, 5TONIC, un laboratorio abierto de investigación e innovación, centrado en tecnologías 5G, donde tienen asiento compañías como Telefónica, Red Hat o la propia Ericsson, presentó en el Foro Global de Pasajeros en Toledo (España), una visión general sobre las potenciales aplicaciones del 5G en el sector metroferroviario.
Los ferrocarriles son un escenario perfecto para esta tecnología 5G, más aún si tenemos en cuenta la creciente demanda de transporte ferroviario en muchos países, Para 5TONIC esto “requerirá comunicaciones de alta calidad y ultrarrápidas, la gestión de operaciones de datos complejos como el mantenimiento predictivo, señalización y control de trenes, así como comunicaciones de alta capacidad para gestionar la densidad de pasajeros”.
También está claro que los sistemas de comunicación actuales no pueden proporcionar la totalidad de este tipo de servicios, por lo tanto, el 5G no solo representa una oportunidad, sino una evolución necesaria en el sistema metroferroviario.
En el caso particular del ferrocarril, según 5TONIC, existen tres casos operativos específicos para la futura aplicación del 5G:
Operaciones en tiempo real: previsiones de tráfico, monitoreo en tiempo real de diversos aspectos como los niveles de carga de los trenes para distribuir mejor a los pasajeros, o campañas de marketing personalizadas, dirigidas a millones de clientes, entre muchas otras.
Viajeros: conexión a bordo gratuita y de alta capacidad, fluidez en las tarifas (transparencia, adaptabilidad), etc.
Operadores ferroviarios: IoT (Internet de las Cosas) para operaciones y mantenimiento, comunicaciones masivas, comunicaciones en entornos críticos, etc.
Es claro que las posibilidades que ofrece esta nueva tecnología son gigantes y la industria metroferroviaria debe prepararse para sacar el mejor provecho a esta evolución. Y lo más importante: en beneficio de los usuarios, para hacer más agradable y significativa la experiencia de viajar en un sistema metroferroviario o de mover mercancías a través de ellos.
Bien lo mencionó Manel Villalante, Director General de Estrategia de Renfe y presidente del Foro Global de Pasajeros, al señalar que los “cambios fundamentales y acelerados en nuestra industria debido a la revolución tecnológica, la globalización, las nuevas regulaciones, los nuevos participantes que compiten en más y más países y los nuevos escenarios del comercio mundial”, obligan a repensar el sector, ya que el ferrocarril está llamado a jugar un papel clave en la movilidad, no solo “debido a cuestiones climáticas para aliviar la congestión y la contaminación, sino también por su capacidad para liberar espacio público de las ciudades”.
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