La parte trasera del escudo de la tuneladora va ubicando piezas que forman la estructura interna del túnel llamadas dovelas o arcos.
El Metro de Quito está a la espera de que lleguen a la ciudad las máquinas tuneladoras, con las cuales se perforará el túnel de 22.6 kilómetros por el cual transitarán los vagones del sistema de transporte masivo.
Esta tuneladora, que está siendo acondicionada en Toledo, España, por una de las empresas del consorcio constructor CL1, es una máquina de 9,3 metros de altura (el equivalente a un edificio de tres plantas) con un peso aproximado de mil 660 toneladas, y tiene la capacidad de avanzar bajo tierra a una velocidad media de entre 15 y 18 metros al día.
El proceso de acondicionamiento de esta maquinaria, involucra variables de adecuación como las condiciones geológicas del terreno en relación con los materiales y la dureza del mismo. Además, elementos como la altitud y presión atmosférica de Quito, ciudad ubicada a dos mil 850 metros sobre el nivel del mar.
Tras la puesta a punto de esta primera máquina, otras dos llegarán a Quito en noviembre y diciembre provenientes desde Alemania, donde fueron acondicionadas. Con los tres aparatos en condiciones, se procederá a la excavación del túnel de la línea 1 del metro que tendría una extensión de 22 kilómetros con 600 metros.
Con la implementación de tuneladoras, además de avanzar en uno de los retos más importantes de ingeniería en la construcción del Metro, se minimizan los riesgos para los trabajadores por cuanto en ningún momento tendrán contacto con la roca o la tierra que va dejando la excavadora.
