La entidad se plantea medidas concretas que permitan transformar el mercado laboral, mejorar la infraestructura social, energética y digital para incrementar el nivel de desarrollo del país.
Un análisis llevado a cabo por el grupo de investigación del Banco Interamericano de Desarrollo – BID, determinó que en México se requieren políticas específicas para satisfacer las necesidades de cada región, esto con el propósito de cerras las brechas económicas y sociales existentes entre el Norte y el Sur del país.
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“Quisimos desarrollar una síntesis de diversos estudios que esquematizara los desafíos y oportunidades del país para poder acelerar su ritmo de crecimiento y desarrollo. Por eso, en BIDeconomics nos enfocamos en ocho puntos clave que creemos servirán como guía para desarrollar nuevas políticas públicas para México”, destacó Tomás Bermúdez, representante del BID en México.
De acuerdo con Bermúdez, la apertura comercial atrajo nuevas inversiones a México convirtiéndolo en un país de dos realidades, que se concentraron en ciertos polos debido a la falta de políticas adecuadas, un fenómeno que llevó a que hoy en el Norte y el Sur las cosas funcionen de manera diferente y dispar: los niveles de productividad son mayores en el Norte y Centro del país, donde se concentraron las inversiones. De su lado, la informalidad es mayor en el Sur y parte del Centro, donde no hubo tantas derramas económicas, explica.
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Dentro de los desafíos, BIDeconomics México destaca que el país destina menos del 1 % de su Producto Interno Bruto a la inversión en investigación y desarrollo, por eso el impacto económico del uso de las tecnologías de información y comunicación en las empresas sigue siendo marginal. Para esto, el BID recomienda atender de forma particular a cada entidad federativa o ciudad, lo que permitirá que el resto del país alcance los niveles de emprendimiento y promoción que tienen las empresas en zonas líderes, como la Ciudad de México y Nuevo León, por ejemplo.
Además, destaca el análisis, México requiere incentivar la contratación de trabajadores formales al ajustar el subsidio al empleo y las cuotas obrero-patronales. De su lado, en infraestructura digital, se propone el diseño de una política de inclusión digital universal, que impacte por lo menos al 85 % de las micro, pequeñas y medianas empresas a nivel nacional a fin de lograr una reorganización eficiente de los procesos productivos.
