El informe periódico también se refirió a la limitada participación de las mujeres en la vida pública y a los abusos contra las garantías de la población por parte de las fuerzas de seguridad.
Un levantamiento realizado por el Comité de Derechos Humanos de la ONU en relación con los pueblos indígenas en Paraguay evidenció la pobreza, la falta de acceso a la educación y la salud que sufren las comunidades amerindias en esta nación latinoamericana.
En su cuarta revisión periódica de Paraguay, el Comité resalta la reciente aprobación del Protocolo para el proceso de consulta y consentimiento libre e informado de los pueblos indígenas, pero recuerda los pocos avances en la implementación de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que en junio de 2015 ordenó reparaciones relacionadas con la identificación y entrega de tierras tradicionales a las comunidades Sawhoyamaxay, Yakye axa y Xákmok kásek.
De otro lado, el informe manifiesta la preocupación por la persistencia de estereotipos patriarcales y prejuicios sobre el papel de la mujer en la sociedad. Subraya, asimismo, la desigualdad salarial entre hombres y mujeres; y agrega que las mujeres paraguayas tienen una participación muy limitada en la vida pública y política del país y se encuentran subrepresentadas en los puestos de toma de decisiones.
Por otra parte, el Comité denunció numerosos informes de violaciones de derechos humanos cometidos por las Fuerzas de Tarea Conjunta, que incluyen tortura, ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas, con el ejército participando en tareas de seguridad ciudadana.
La próxima revisión periódica de los derechos humanos en Paraguay será en julio de 2025, cuando se evaluará si se han tomado en cuenta las recomendaciones emitidas por el Comité, como fortalecer a la Policía Nacional e investigar los atropellos.
