La investigación cobra vigencia en un país como Colombia que, según la OMT, está entre los 5 países con mayor flujo de visitantes, con una participación de 0,27% del total mundial.
Una casa construida principalmente en pino y caoba, con estructuras abiertas para que haya circulación constante de aire, es el proyecto que lleva adelante la investigadora de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Palmira, María Alejandra Tiuso, quien busca con esta estructura mermar los impactos en el territorio que se suelen presentar donde se practica el ecoturismo.
“Uno de los mayores impactos del turismo se encuentra en la construcción de hoteles y espacios de habitabilidad, porque para ello se talan bosques, se intervienen ecosistemas y se desplaza la fauna y flora”, aseguró la académica a la Agencia de Noticias de la U.N.
Con esta casa, que por su conformación posee espacios de manera que el ambiente interior es muy similar al que se percibe fuera de esta, propende por ofrecer un alojamiento que se integre al entorno, minimizando de esta forma las alteraciones en el equilibrio de los ecosistemas, para lo cual Tiuso tuvo en cuenta el equilibrio y la capacidad de resistencia de las 15 especies de árboles con mayor dominio en bosques secos tropicales de Colombia.
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La casa, una vivienda diseñada para ser ocupada por dos personas, tiene ventanas y otros elementos transparentes para reducir el impacto visual. Además, los materiales se adaptan a climas cálidos y húmedos y se pueden comprar en almacenes para el hogar a un costo aproximado de 5,5 millones de pesos (unos mil 900 dólares), que incluye las herramientas.
A su vez, por ser un espacio amigable con el ecosistema, integra otros métodos sostenibles por lo que la energía es proporcionada a través de paneles solares, mientras que posee áreas comunes dentro del centro de hospedaje para concentrar el acceso al agua y otros requerimientos.
Durante la investigación, la académica consultó con empresas dedicadas al ecoturismo en Canadá, Suiza, Dinamarca, Perú, Costa Rica y España, las cuales le entregaron un conjunto de recomendaciones sobre cómo construir con materiales fáciles de conseguir, adaptar las características estructurales para no generar enfermedades en los árboles, y enfocarse en una población que no tuviera mayores riesgos ni dificultades a la hora de acceder a las viviendas en la altura de estas plantas.
Con información de la Agencia de Noticias UN.
