Tomando los éxitos del concepto “Ciudad de los 15 minutos”, sigue dar un paso adelante y salir en busca de las regiones, metrópolis, ciudades, barrios y conjuntos habitacionales de los X minutos
Por Horacio Urbano
Con afecto para mi querido Carlos Moreno, un gran ejemplo de cómo se debe entender el hábitat.
Hace unos días tuve la oportunidad de volver a conversar con Carlos Moreno, el científico colombiano-francés, que con total justicia es reconocido como padre del ya muy famoso concepto de la “Ciudad de los 15 minutos”, que durante los años recientes ha cambiado paradigmas en la forma de entender el hábitat.
El hábitat, porque si bien es cierto que todos tenemos la clara referencia de la reciente transformación de París para entender el alcance de una ciudad planeada para la gente, en que toda actividad se pueda hacer en un contexto marcado por la proximidad, marcado por los famosos 15 minutos que tomó como bandera y hoja de ruta la alcaldesa de la Ciudad Luz, Anne Hidalgo, lo cierto es que esos 15 minutos son apenas una referencia a la verdadera esencia de los inmensos retos relacionados con la proximidad.
La proximidad, porque la esencia de la propuesta no está en que esos 15 minutos sean medicina mágica que responda a toda necesidad y circunstancia, sino en modelos de proximidad que permitan tener sistemas urbanos armónicos, en que cada una de sus partes responda a un modelo de proximidad y que ello establezca cuántos minutos definen su particular eficiencia.
Se trata de entender nuestros entornos a partir de sistemas policéntricos, sistemas que sean la suma de las eficiencias de cada una de las partes que lo integran.
Y es que habrá ciudades en que la eficiencia se defina por un sistema de Ciudad de los 15 o los 10 minutos… Pero otras en que ello sea con base en barrios de los 5 minutos… Regiones de los 20 o 25 minutos…o conjuntos habitacionales de los 5 minutos…
Porque se vale pensar en esa eficiencia de proximidad para cada una de las escalas que definen los entornos urbanos…que, a fin de cuentas, no son más que entornos humanos.
Y es así como, tomando los éxitos del concepto “Ciudad de los 15 minutos”, sigue dar un paso adelante y salir en busca de las regiones, metrópolis, ciudades, barrios y conjuntos habitacionales de los X minutos.
Los X minutos…
Para en cada caso plantear cuántos minutos deben ser y qué es lo que habrá que hacer para que esto sea posible.
Para tener objetivos en escalas que respondan con mayor eficiencia a cada circunstancia. Para no irse con la cinta y tomar eso de la “Ciudad de los 15 minutos” solo como una moda a la que al menos en el discurso hay que sumarse.
Y claro, esa premisa implica considerar que las diferentes partes de estos sistemas se hablen entre ellas y construyan los niveles de interacción que permitan considerarlos un verdadero sistema.
Un conjunto habitacional eficiente que sea parte de un barrio eficiente, que a su vez se ligue con la misma eficiencia lo mismo con el barrio contiguo, que con todo un sistema urbano…
Esa es la esencia de esa Revolución de la Proximidad que aparece como la gran oportunidad para la reinvención de nuestras ciudades.
Esa es la premisa y toca entenderla y hacerla realidad.
Vayamos pues en busca de esa Revolución de la Proximidad.