Construir sociedades altruistas y con empatía no parece ser un imposible. Investigaciones científicas validan que el altruismo y la solidaridad son innatas en el ser humano y que el egoísmo es una construcción cultural. Documental recomendado en nuestra nueva sección “Netflix para salvar el mundo”.
“La revolución altruista” es un documental del año 2015 en la que los franceses Sylvie Gilman y Thierry de Lestrade ponen de relieve los recientes experimentos en biología y psicología de la personalidad, que demuestran que los seres humanos estamos diseñados para ayudarnos mutuamente y para cooperar. El hombre entonces no es egoísta por naturaleza, sino todo lo contrario. El hombre es altruista.
Para validar esta afirmación se experimentó, por ejemplo, con las reacciones de bebés ante determinadas situaciones en las que se les exponía a acciones contrapuestas, una egoísta, interesada o antisocial, y otra altruista y cooperativa. Los bebés siempre eligieron a aquellos sujetos que se comportaban de la segunda manera. No fue una reacción hacia los padres o hacia familiares cercanos, sino ante una situación que afectaba a personajes desconocidos para ellos.
Estos estudios y algunos otros evidencian que el supuesto egoísmo que todos observamos es por tanto una reacción cultural y aprendida, no innata. Lo natural es la empatía, querer y buscar el bien hacia las demás personas.
Un personaje presente durante buena parte del documental es el biólogo molecular reconvertido a monje budista, Matthieu Ricard, pionero de un movimiento que precisamente promueve esta filosofía de la empatía y el altruismo y que asegura que se puede construir a través de la meditación.
Ricard ha estado involucrado en el estudio y desarrollo de los efectos del entrenamiento mental sobre el cerebro en las universidades de Madison-Wisconsin, Princeton y Berkeley.
Ricard es conocido como la persona más feliz del mundo luego que en uno de estos estudios en la Universidad de Wisconsin, investigadores colocaron 256 electrodos en su cráneo y los sometieron a un aparato de imágenes funcionales por resonancia magnética nuclear. Se encontró que Ricard logró el más alto nivel de actividad en la corteza cerebral pre-frontal izquierda, lo que se asocia a las emociones positivas. La escala varia de + 0.3 a -0.3 (beatitud). Ricard alcanzaba resultados de –0.45, completamente por fuera de la escala, nivel nunca registrado en otro ser humano
Sin duda, “La revolución altruista” es un documental necesario en épocas en las que el poder, el individualismo y el egoísmo dominan la escena de las relaciones humanas y parecen no tener contrapeso. Pero sí existe y palabras y sentimientos como empatía, cooperación, solidaridad y por supuesto altruismo, son claves de entender y aplicar para promover la sostenibilidad del planeta.