Sed: la realidad de los asentamientos informales en América Latina

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LA Network
22 marzo, 2019 - Ecología Urbana

Ante el llamado en el Día Mundial del Agua, a ‘No dejar a nadie atrás’, la organización internacional TECHO presentó las cifras relacionadas con el acceso al líquido en los asentamientos más excluidos de América Latina.

San Juan de Miraflores donde TECHO estima que aproximadamente un total de 12.300 familias, más de 46.000 personas, viven en los 138 asentamientos identificados

América Latina es una de las regiones más desiguales y urbanizadas del mundo. Y esa desigualdad queda expresada en las más de 104 millones de personas que viven en asentamientos informales, en deplorables condiciones de bienestar, vivienda y servicios públicos. Y el agua potable, aunque siempre un recurso vital, resulta escasa o de difícil acceso en esos lugares.

Un estudio de la organización TECHO señala que, entre los asentamientos estudiados, 1 de cada 2 asentamientos en la región acceden al agua en forma irregular (53,5 %).

Por países, las cifras de ese acceso al agua son inquietantes: En Argentina, 9 de cada 10 asentamientos urbanos no cuentan con acceso formal y seguro al agua potable (94,5 %); en Chile son 8 de cada 10 asentamientos (75,8 %).

En los asentamientos analizados en el distrito de San Juan de Miraflores en Perú, donde se encuentra el denominado “muro de la vergüenza”, 9 de cada 10 asentamientos no cuentan con acceso seguro a la red pública de agua. Aproximadamente 4 de cada 5 asentamientos se abastecen de agua a través de camiones cisterna (76 %).

Mientras tanto en Paraguay, en los asentamientos del área metropolitana, en 4 de cada 5 se accede al agua a través de la conexión formal (80 %); en Honduras 3 de cada 5 asentamientos populares en el casco urbano del Distrito Central, no cuentan con acceso a una red adecuada de distribución de agua (60 %); y en Colombia, en la ciudad de Bogotá, 3 de cada 10 asentamientos (30,4 %) acceden al agua por conexiones irregulares, como el camión cisterna, pozos y acueductos veredales, principalmente.

Sed: la realidad de los asentamientos informales en América Latina
América Latina es una de las regiones más desiguales y urbanizadas del mundo. Y esa desigualdad queda expresada en las más de 104 millones de personas que viven en asentamientos informales

Una mirada con lupa

De acuerdo con los investigadores de TECHO, hay varios doble clics a descubrir en torno al acceso al agua. Para comenzar, el acceso a la red formal de agua no necesariamente refiere a la conexión regular o segura. En Honduras, por ejemplo, los referentes de los asentamientos que respondieron a la consulta explicaron que la frecuencia del acceso al servicio alcanza las dos veces a la semana y se agrava en verano. Por esta razón, las familias deben acceder al agua a través de baldes y barriles.

En el caso de Guatemala, el consumo de agua requiere la realización de tratamientos adicionales -que no siempre garantizan la potabilidad- o la compra de agua embotellada, lo que representa un costo extra. Mientras que, en Honduras, en 2 de cada 5 asentamientos encuestados (36,3 %) no se utiliza ningún método para potabilizar el agua.

En los asentamientos sin acceso a servicios básicos, la organización del vecindario es una cuestión de supervivencia. En el estudio regional que realizó TECHO en 2017, con información de siete países de la región, en 4 de cada 5 asentamientos (76 %) estudiados se encuentra algún tipo de organización, en el que prevalecen fines como gestionar el acceso al agua.

“El acceso al agua potable remite a una cuestión de vida o muerte, por eso es considerado un derecho esencial. Cuando tenemos a millones de personas afrontando un riesgo que amenaza su vida ante la falta de agua potable, no hay margen más que para la acción: la acción articulada de implementar medidas urgentes que garanticen el servicio. El derecho al agua es un tema de humanidad, de la ética de no dejar a nadie atrás”, sostiene Juan Pablo Duhalde, director de áreas sociales de TECHO Internacional.