Seguridad hídrica, asignatura pendiente en las ciudades latinoamericanas

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LA Network
14 febrero, 2017 - Ecología Urbana

Estudio del Banco de Desarrollo de América Latina CAF en 26 ciudades de la región, advierte cómo la mitad de las ciudades estudiadas no ofrece seguridad hídrica a sus habitantes.

El 80 por ciento de los habitantes de Latinoamérica vive en ciudades. Ello supone cada vez más enormes demandas hídricas derivadas de las tasas crecientes de urbanización, los servicios vinculados al turismo, la agricultura extensiva y los efectos del cambio climático. Por ello, gestionar el acceso al agua y su uso es hoy un desafío.

Luego de que el año anterior el Foro Económico Mundial identificó justamente la seguridad hídrica como el reto más importante para el mundo en el mediano plazo, los avances de un estudio del Banco de Desarrollo de América Latina, CAF, realizado en 26 ciudades, concluye que solo el 46% de ellas tienes la infraestructura necesaria “para cubrir la demanda de agua generada por los habitantes urbanos”.

Aunque los primeros resultados no indican la totalidad de las ciudades estudiadas, la investigación considera que esa infraestructura no es eficiente y tampoco lo es la manera de consumir:  según el CAF, ciudades como Barranquilla (Colombia) y Guayaquil (Ecuador) desperdician más del 60% del agua que gestionan, mientras que otras como la boliviana Santa Cruz, tienen bajo consumo y bajo desperdicio.

Para la entidad regional, la inseguridad en la gestión de las redes de abastecimiento de estas ciudades se respondió bajo tres interrogantes: cuánta agua se pierde en la ciudad, las tarifas cobradas por el servicio y la micro medición realizada en cada una de las ciudades.

Si bien a esa ineficiencia se suma el desperdicio de agua, que tiene que ver con el estado de las redes, costumbres en el uso y efectos climáticos según los académicos, este no es el único elemento de inseguridad que impacta en la región, también su alto costo.

Mientras en Estados Unidos una familia invierte el 1% de sus recursos en la compra del líquido, en América Latina ese valor supera el 8% de los ingresos familiares. “(…) más de un tercio de estas ciudades poseen una facturación anual alta, superior a US$ 100 por familia, 46% se encuentra en la parte media -entre US$ 50 y 100- y 19% tiene una facturación anual baja, inferior a US$ 50”.

Expertos, que prefieren esperar los resultados definitivos del estudio para abordar otras de las conclusiones y problemáticas más profundas, ratifican ese alto costo. “En Colombia es muy costosa el agua y se debe, entre otras, a las grandes utilidades que generan las empresas operadoras. Una familia de clase media-alta podría pagar hasta US$200 al año”, explicaron.

Sobre el futuro hídrico de las ciudades estudiadas, la investigación arrojó, paradójicamente, resultados que podrían considerarse esperanzadores.  Con base en modelos “de circulación global” que tuvieron en cuenta los cambios climáticos y acumulando datos de las lluvias que, al ser analizados por el modelo WaterGAP de simulación, traducen esa información en los posibles niveles de precipitación en escorrentía; se determinó que “para el periodo 2021-2050, las cuencas hidrográficas tendrían suficiente cantidad de agua para cubrir la demanda estimada”.

Mientras que el estudio indica que una demanda ideal serían 80 metros cúbicos por persona año, los expertos creen que con 40 metros cúbicos por persona, sería suficiente para satisfacer las necesidades del habitante promedio de la región.

Así las cosas y pese a que el estudio no ha concluido y la percepción de los ciudadanos es que la región está en riesgo, académicos piensan, coincidiendo con los avances del estudio en cuestión, que por ejemplo “las ciudades de los Andes no tendremos problemas  de agua por el cambio climático, los caudales podrán mantenerse”.