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Los últimos resultados del Air Quality Life Index, han sido noticia, y con razón, ya que pudieron determinar que la persona promedio pierde 2.3 años de su esperanza de vida por la contaminación, principalmente atribuible a los vehículos de combustión en las ciudades. En América Latinay el Caribe, con una población mayoritariamente urbana, la calidad de aire toma un rol crítico y la transición de los sistemas de transporte hacia alternativas eléctricas, más que una tendencia, se vuelve un asunto de salud pública.
En este contexto, durante el lanzamiento de EMOVILAC, los representantes de los países de la región vinculados con la movilidad eléctrica tuvieron su espacio para intercambiar en torno a sus avances y experiencias. Específicamente, el evento de lanzamiento contó con una sesión sobre “El avance de la electromovilidad y principales desafíos”, donde Ana María Pinto, Jefa de la División de Transporte del Banco Interamericano de Desarrollo, conversó con Walter Verri, Viceministro de Industria, Energía y Minería de Uruguay, con Luis Campana, Presidente de la Junta Directiva y Gerente General de MiBus de Panamá, y con Orlando Santiago Cely, Gerente General de TransMilenio. Los participantes pudieron contar sus avances en la electrificación del transporte y las lecciones que sus experiencias dejan para la región.
MiBus Panamá
Los sistemas de transporte de Ciudad de Panamá vienen mejorando significativamente en los últimos años, sin embargo, como en toda ciudad, existen oportunidades para estimular el cambio modal, reducir la congestión vehicular, y mejorar el servicio y sostenibilidad financiera. MiBus es la empresa 100% pública operadora de transporte público en la Ciudad de Panamá, la cual ha iniciado de manera decidida su transición a la movilidad eléctrica con la incorporación de buses eléctricos y su infraestructura de soporte. Uno de los factores clave para el éxito de esta iniciativa ha sido el patrocinio ejecutivo por parte de todos los niveles de gobierno. En el caso de Panamá, el primer catalizador para este proceso se dio en 2019, con la aprobación de la Estrategia Nacional de Electromovilidad. Paralelamente, MiBus puso en marcha un piloto de operación de buses eléctricos y desarrolló una estrategia de reemplazo de buses en su sistema de rutas, priorizando un orden de reemplazo y un plan de acción. Actualmente, se está diseñando una primera operación de préstamo para apoyar el proceso de transformación de su flota con la incorporación de hasta 55 buses eléctricos en varias rutas. El proyecto se destaca por incluir un componente de resiliencia climática para la infraestructura de transporte, y el fomento del talento humano para la electromovilidad.
TransMilenio
TransMilenio, es la empresa pública que tiene a su cargo la gestión de transporte público de pasajeros en Bogotá. Con su actual flota de 1.485 autobuses eléctricos, es la segunda flota de buses más grande en América Latina, y un modelo destacado en términos de gestión de transporte público sostenible.
En palabras de su gerente, ya hace cinco años empezaron la transición, con una serie de pruebas para garantizar un despliegue exitoso. Estas fueron clave para entender cuál era la infraestructura necesaria para la implementación de una flota eléctrica. A la fecha, la apuesta que hicieron fue beneficiosa en términos de reducción de emisiones, en la comodidad del usuario, y en temas de ciclo de mantenimiento.
Bogotá también es pionera en adquirir buses eléctricos por licitación, a través de un diálogo continuo con actores privados, TransMilenio, y la Alcaldía lograron definir y ajustar un modelo de negocio que pondera tres factores fundamentales: la confiabilidad y calidad en el servicio, la viabilidad fiscal para el gobierno y la sostenibilidad financiera para los concesionarios. Asimismo, con una licitación dual que separa la provisión de la flota de buses eléctricos de su operación, han incorporado un mecanismo habilitador que permite reducir el riesgo financiero al inversionista y el riesgo tecnológico al operador.
Uruguay
Uruguay se encuentra en lo que denominan una “segunda transición energética”, que en palabras del Viceministro Verri, se basa en tres pilares: la electromovilidad, la eficiencia energética y el hidrógeno verde y sus derivados. El cambio de matriz en su generación energética se dio en un periodo de 15 años aproximadamente, y hoy alimenta un creciente parque de vehículos eléctricos. Estiman que para el 2050, alcanzarán sus metas de ser carbono neutrales, con grandes contribuciones del sector transporte.
Para lograrlo, tienen varios esquemas de incentivos fiscales y exoneración de las tasas de importación de vehículos eléctricos, y cuentan con programas específicos, como incentivos a la compra de motos y triciclos de carga para las industrias. El transporte de pasajeros en buses eléctricos cuenta con subsidios y también ofrecen para los gobiernos subnacionales incentivos para su adquisición. Además, cuentan con fondos sectoriales de energía que permiten el desarrollo de proyectos piloto, y con programas dedicados a promover la capacitación en temas de electromovilidad.
Estas tres experiencias ponen en evidencia que la región está avanzando en la electrificación de sus sistemas de transporte, aunque estos avances se producen a distinta escala. La electrificación del transporte tiene sus desafíos y oportunidades, tanto en materia de coordinación, diálogo y planeación, como de financiamiento y de modelos de operación. Por ello es clave generar estos espacios para compartir experiencias y lecciones aprendidas de la región en esta transición tecnológica.
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