Entre 2016 y 2019 se presentaron en esta ciudad colombiana un total de 2.351 víctimas de asesinato. El nuevo alcalde de la ciudad acoge una propuesta ciudadana.
El protocolo ‘Nada justifica el homicidio’, creado por el centro de conocimiento e investigación Casa de las Estrategias con inspiración en experiencias brasileñas y salvadoreñas y que básicamente propone extraer de su contexto a la persona en riesgo de homicidio, fue una de las medidas anunciadas por el nuevo alcalde de Medellín, Daniel Quintero, para reducir los homicidios en esta ciudad colombiana.
La tasa de homicidios en esta ciudad, destacada por su transformación urbana, quedó establecida en el año final del gobierno de Federico Gutiérrez en 23.1 por cada 100.000 habitantes, casi el doble de una ciudad colombiana como Bogotá que, en 2018, registró una tasa de 12,7, por ejemplo.
Daniel Quintero, quien gobernará la segunda ciudad colombiana entre 2020 y 2023, indicó que acogerá el protocolo que, según Lucas Jaramillo, estratega de impacto de Casa de las Estrategias, le fue propuesto desde cuando el actual mandatario estaba en campaña.
“En ese momento les pedimos cita a 21 de las campañas aspirantes a la alcaldía y las dos que aspiraban a la gobernación. Le expusimos los cuatro elementos que nosotros recomendamos en la política de seguridad, que pedíamos como ciudadanos, entre esos el protocolo y le entregamos un documento sobre el mismo”, recuerda Jaramillo.
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Agrega que en ese plan de gobierno (propuesta general para la ciudad como candidato) quedó incluido desarrollar el protocolo y en el momento de ser elegido, Quintero de nuevo se reunió con concejales que apoyan el protocolo y los integrantes de Casa de las Estrategias en la que se “profundizó el tema”.
“Para nosotros es muy importante ya que hay una disposición, un cambio efectivo del lenguaje, que vemos no era solo un compromiso de campaña, sino que ya es un compromiso a nivel de gobierno el tema del protocolo de ’Nada justifica el homicidio’”.
Un mecanismo para salvar vidas
El protocolo nació en 2015 en un momento descrito por Jaramillo como “un despertar” en el que la ciudad vio cómo las organizaciones ciudadanas plantearon, desde distintas propuestas y tácticas, una nueva discusión frente a la violencia, ante su ‘naturalización’, una toma de posición ética de parte de los jóvenes ante el homicidio.
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‘Nada justifica el homicidio’, dice el estratega, es un protocolo de puro sentido común surgido de las conclusiones de sus investigaciones en las que se evidenció que las personas (en su mayoría jóvenes) que estaban en riesgo de ser asesinadas, conocían de esa amenaza (semanas, días, horas antes del hecho”, explica Jaramillo).
En la ciudad opera un número de emergencias denominado 123 con una extensión llamada 123 social, a la que la persona en riesgo puede acudir para activar el protocolo que en resumen busca, en una acción interinstitucional, sacar al amenazado de la ciudad y así eliminar la posibilidad de la muerte.
Aunque en el gobierno anterior se implementó el protocolo, el vocero de Casa de las Estrategias, cree que un determinado momento, el potencial del mismo no se aprovechó en su totalidad.
“Sentimos que en los cuatro años anteriores perdimos la oportunidad de ponernos de acuerdo en la implementación de los cuatro elementos que componen el protocolo, pero ahora esperamos que sea esa oportunidad, esperamos que sea incluido en el Plan de Desarrollo de la ciudad”, agregó Jaramillo sobre ‘Nada justifica el homicidio’ que tuvo inspiración en el Observatorio de Favelas de Río de Janeiro, el que desde hace años, tiene un procedimiento para poner a salvo a quien está amenazado de muerte y también sumó la experiencia de Azul Originario de San Salvador, organización que trabaja por la defensa de los derechos humanos con base en el arte y la cultura.
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Tanto la Casa de las Estrategias, el Observatorio de Favelas, como Azul Originario, integran la red latinoamericana ‘Instinto de vida’, que también trabaja por la defensa de la vida en la región y que es la evidencia del poder la ciudadanía incidiendo en la sociedad.
“El tema de las iniciativas ciudadanas, de los procesos ciudadanos es clave. Para nosotros es importante en las ciudades la acumulación de conocimiento que generan organizaciones como la nuestra. Este trabajo como el del protocolo genera una acumulación de acciones, pensamientos, investigaciones, que constituye un lugar común sobre qué es lo que se debe hacer, sobre qué es lo sensato para resolver la violencia, en este caso el homicidio”, recalca Jaramillo.
Con la expectativa puesta en lo que se pueda lograr en este periodo de cuatro años, de darse la posible inclusión del protocolo en el Plan de Desarrollo de la ciudad, Jaramillo y los integrantes de la Casa de las Estrategias tienen entre sus objetivos, seguir expandiendo su trabajo en red con jóvenes, realizando investigaciones, publicándolas para buscar incidir en las políticas de la ciudad que requiere un giro en sus estrategias para enfrentar la violencia y proteger la vida de sus habitantes.
