Un manifiesto con seis puntos esenciales emitido por la OMS fue la respuesta a la misiva enviada al G20 por más de 350 organizaciones médicas a nivel global. Ellas piden terminar los subsidios a los combustibles fósiles, entre otros cambios fundamentales.
La carta #RecuperaciónSaludable o #HealthyRecovery enviada a los presidentes del G20, firmada por organizaciones médicas que representan a más de 40 millones de integrantes del sector de la salud en el mundo, entre ellas entidades de siete países latinoamericanos, y en la que se le solicita a los líderes mundiales remediar las causas que multiplicaron el impacto de la pandemia por COVID-19; tuvo como reacción de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un manifiesto de seis puntos que guíen el camino de la recuperación.
“Hemos sido testigos de primera mano de lo frágiles que pueden ser las comunidades cuando una amenaza común interrumpe su salud, seguridad alimentaria y libertad para trabajar. Las capas de esta tragedia en curso son muchas, y magnificadas por la desigualdad y la baja inversión en los sistemas de salud pública. Hemos sido testigos de muerte, enfermedades y angustia mental en niveles no vistos en décadas”, señala la misiva firmada también por organizaciones de Argentina, Brasil, Colombia, México, Honduras, Ecuador y Uruguay, por Latinoamérica.
Las organizaciones señalan a los líderes mundiales que, una de las causas del impacto terrible de la pandemia, fue la ausencia de las inversiones necesarias de carácter preventivo que, de haberse tomado, hubiesen permitido al mundo tener una mejor respuesta. “Estos efectos podrían haberse mitigado parcialmente, o posiblemente incluso prevenidos mediante inversiones adecuadas en preparación para pandemias, salud pública y gestión ambiental. Debemos aprender de estos errores y volver más fuertes, más saludables y resistentes”.
La respuesta de la OMS resume en un manifiesto de seis puntos esenciales, la ruta para una #RecuperaciónSaludable: Proteger y preservar la fuente de la salud humana: la naturaleza; Invertir en servicios esenciales, desde agua y saneamiento hasta energía limpia en instalaciones sanitarias; Asegurar una transición energética rápida y saludable; Promover sistemas alimentarios saludables y sostenibles; Construir ciudades saludables y habitables y Dejar de usar el dinero público para financiar la contaminación.
“La pandemia nos ha dado una idea de cómo podría ser nuestro mundo si tomáramos los audaces pasos necesarios para frenar el cambio climático y la contaminación del aire”, manifestó el director de la agencia mundial de salud, Tedros Adhanom Gebreyesus.
Sobre la protección de la naturaleza, la OMS reconoce la relación directa entre la presión económica a la que esta se ha sometido y la transmisión de enfermedades infecciosas de origen animal: deforestación, agricultura industrial contaminante y explotación de la vida silvestre, los aspectos a atacar para mantener la salud humana.
Dotar a las unidades médicas del mundo con los servicios básicos para una atención mínima fundamental -agua y energía eléctrica- que permita proteger tanto a pacientes como personal médico frente a la contaminación ambiental; son los temas del segundo punto del manifiesto que indica, que, de atender estos puntos, se podría reducir un 25 % de “todas las muertes del mundo”.
En el tercer punto del manifiesto de respuesta a la carta #RecuperaciónSaluble, la OMS aborda exclusivamente la contaminación del aire. Acepta que por esta causa mueren más de 7.000.000 de personas anualmente ya que el 90 % de la población respira aire que excede los valores sanos y que una rápida transición energética (pasar al uso generalizado de energías limpias) permitirá cumplir el Acuerdo de París sobre cambio climático y adicionalmente generar un retorno de la inversión en esas tecnologías, de hasta el 200 %.
La alimentación saludable (suficiente y de calidad) es la protagonista del cuarto punto del manifiesto. El desequilibrio en todos los sentidos, por exceso o por defecto de alimentación, es factor primordial de vulnerabilidades ante la COVID-19 por otras enfermedades como la diabetes o la obesidad. La OMS reconoce el impacto negativo en el planeta y el contexto de la actividad de la ganadería y la agricultura intensivas.
La movilidad sostenible, especialmente en el mundo urbano que acoge a la mayor parte de la población mundial, es una necesidad para evitar la terrible emisión de gases de efecto invernadero (GEI). La promoción de la movilidad activa (caminata y bicicleta), son esenciales, las ciudades deben aumentar ya la expansión de espacio público que privilegie estos modos de desplazamiento: ciudades más saludables y habitables.
Terminar con el esquema de subsidiar los combustibles fósiles, en el que el mundo invierte anualmente US$400.000 millones; es el objetivo del sexto punto del manifiesto. La OMS indica que ese presupuesto es superior a lo que invierten mundialmente los países en atención médica.
“Si los gobiernos hicieran reformas importantes a los actuales subsidios a los combustibles fósiles, desplazando a la mayoría hacia la producción de energía limpia y renovable, nuestro aire sería más limpio y las emisiones climáticas se reducirían masivamente, impulsando una recuperación económica que estimularía las ganancias globales del PIB de casi 100 billones de dólares entre ahora y 2050”, indicaron las organizaciones mundiales en la misiva a los líderes mundiales.
Gebreyesus expresó la necesidad de un cambio que aproveche la oportunidad actual y se pregunta si el mundo aprenderá las lecciones que ha traído la pandemia por COVID-19. “Reconstruir mejor significa reconstruir de manera más ecológica”, señaló.