La Red de Ciudades Cómo Vamos reveló ayer en Colombia la encuesta de percepción ciudadana 2016 en varias capitales departamentales.
El objetivo de esta organización es informar, a través de estos indicadores subjetivos, “sobre el nivel de satisfacción, acceso y calificación de la ciudadanía a los bienes y servicios”.
Asimismo, “mostrar los aciertos y desaciertos de las instituciones públicas y privadas, y de la sociedad, para resolver las dificultades y las dinámicas de relación ciudadana que afectan la percepción frente a la calidad de vida”.
El modelo “Cómo Vamos” ha sido replicado en otros países y es referente para ejercicios similares en Brasil, Argentina, Chile y Perú, entre otros. Su metodología llevó a la creación de la Red Latinoamericana por Ciudades y Territorios Justos, Democráticos y Sustentables, que busca articular un proceso de alcance regional basado en sistemas de monitoreo ciudadano a la calidad de vida y a la gestión pública.
LA Network dialogó con la coordinadora de “Manizales Cómo Vamos”, Natalia Escobar, ciudad con el índice de desarrollo social más alto en el país, por encima de Bogotá, Medellín y Barranquilla, y donde, según dijo, “de manera eficiente se ha traducido el desarrollo económico en un mejor bienestar para la gente”.
—¿Qué dijo la gente sobre el rumbo que hoy lleva la ciudad?
—Nosotros seguimos viendo en la encuesta de este año, al igual que en los años anteriores, que los manizaleños son ciudadanos que están satisfechos con su ciudad como lugar para vivir, es decir, consideran que esta ciudad es un buen vividero. Son ciudadanos que en más de un 80% están orgullosos de su ciudad y son optimistas frente al futuro. En un 79% dijeron que las cosas van por un buen camino. O sea que la percepción general de bienestar en la ciudad continúa siendo alta.
—¿En qué aspectos hay insatisfacción?
—Obviamente que eso tiene matices y hay cosas en las que las calificaciones no son tan buenas como en otras encuestas. Por ejemplo, todo lo económico siempre ha estado muy castigado en la ciudad y este año no fue la excepción, porque sigue la dificultad para conseguir trabajo, para montar empresa e, incluso, los hogares que nos reportaron que las condiciones económicas les habían mejorado en el último año, siguen estando por debajo de lo deseado. Este clamor ciudadano se convierte en una de las grandes prioridades de la ciudad. Lo que los ciudadanos le están pidiendo a la ciudad es que haya más oportunidades de empleo y que haya más facilidades para hacer empresa.
—¿En qué radican tales dificultades?
—Cuando preguntamos sobre el tema, lo que nos dicen los ciudadanos es que tienen problemas relacionados con capital económicos, o sea no tienen suficiente dinero para montar empresa. También afirman que no hay apoyo del gobierno.
—Y, ¿aluden a empleos tradicionales o a empleos de jóvenes que quieren incursionar en el emprendimiento y la innovación?
—Ahí hay de todo porque a través de la encuesta se entrevista a personas de todas las condiciones y edades. Claro que a los jóvenes les interesa más el tema del emprendimiento y las personas adultas piensan más en conseguir un empleo. Pero Manizales, al igual que muchas ciudades colombianas, se ha ido moviendo hacia promover en los ciudadanos la idea de que vean el emprendimiento como una opción muy deseable. Y eso de que se arriesguen a crear empresa ha ido dando sus frutos, porque en las primeras encuestas era todavía más mala la percepción que se tenía sobre estos temas económicos. En definitiva, sigue siendo el tema más difícil de todos.
—¿El ciudadano común y corriente cómo recibe esta información?
—La información le sirve a la gente para participar de una manera más dinámica en los asuntos de la ciudad, para activar el debate y la opinión. Pero el resultado de esta encuesta se complementa con muchas otras estrategias que se hacen desde el “Cómo Vamos” y desde otras instituciones. Y cuando las estrategias son conjuntas van mostrando sus frutos. Poco a poco hemos comprobado que el tema de la ciudad está completamente vivo en la gente.
—¿A qué se debe que Manizales esté adquiriendo un rango de preeminencia en el buen tratamiento de los problemas?
—Nosotros hemos hecho varios ejercicios de correlaciones precisamente para identificar las variables a que alude esta pregunta. Y las que nos han aparecido como muy claves en diferentes estudios que hacemos son: alta cobertura en servicios públicos y alta satisfacción ciudadana; el buen comportamiento público de los ciudadanos que se expresa en el respeto a las personas, a las leyes y a las normas, y que es más alto que el de otras ciudades de la Red; la movilidad que nos trae ventajas frente a otras ciudades, pero que en esta encuesta ya la gente empieza a manifestar preocupaciones; y está también la calidad de la educación superior y todo el tema educativo y cultural que gira alrededor de las universidades. Estos indicadores figuran como sobresalientes frente al resto de ciudades.
—¿A los manizaleños les preocupa el problema de la inseguridad?
—Los resultados de la encuesta dados a conocer hoy nos muestran que los ciudadanos se sintieron más seguros en 2016 que en los años anteriores. Solamente un 9% dijo sentirse inseguro en la ciudad, pero la tendencia viene bajando. La seguridad en el barrio también está en niveles muy similares, aunque, como en las demás ciudades, la drogadicción aparece como el principal problema denunciado por la gente y la principal exigencia que le hacen a las autoridades. Pero los indicadores de seguridad están mostrando una mejoría notable. Y lo más satisfactorio es que esa mejoría se da al mismo tiempo que los indicadores objetivos dicen que los homicidios y los hurtos han ido disminuyendo.
—¿Y en el tema medioambiental que dicen los resultados?
—A los dos temas críticos ya mencionados en el campo económico, se suma otro reto, calificado de una forma muy regular por los ciudadanos, y es la gestión frente a la contaminación del aire y la contaminación del agua. A esa variable hay que ponerle mucho cuidado.
—¿En la ciudad ha habido respeto por la continuidad de proyectos que le sirven a la ciudad?
—A los proyectos de largo plazo se les ha dado continuidad, porque hay una fortaleza institucional que respeta la pertinencia y la sostenibilidad. Eso ha permitido que muchas políticas públicas y proyectos no se interrumpan, como ocurre hoy que la ciudad tiene un alcalde de otra corriente política del anterior.
—Finalmente, no deja de ser un reto para Manizales mantener la alta percepción de bienestar que tiene la gente sobre la ciudad.
—Por supuesto que es un reto, porque a Manizales le toca competir contra sí misma, debido a que el punto de bienestar está cada vez más alto. Es tan importante que la gente se sienta satisfecha como que tenga acceso a bienes y servicios. Claro que nos gusta ser mensajeros de buenos resultados, pero cuando las cosas no vayan bien, igualmente lo estaremos comunicando.