Foto de Pixabay. Responder a esta emergencia educativa sin precedentes requiere no sólo de los gobiernos, sino también del sector privado, las organizaciones multilaterales, y toda la sociedad.
Si bien muchas escuelas han reabierto sus puertas, la crisis educativa no ha terminado para los más de 170 millones de estudiantes que vivieron uno de los cierres de escuelas más prolongados del mundo.
En la actualidad, casi todos los estudiantes de América Latina y el Caribe han retrocedido en su aprendizaje, lo que supone una pérdida de más de una década en los logros alcanzados por la región en materia de educación. Pero no todos los niños se han visto afectados de la misma manera: los más jóvenes y los más pobres han sido los más perjudicados.
Si no se abordan, las pérdidas colectivas de aprendizaje perjudicarán a América Latina y el Caribe durante décadas, exacerbando las desigualdades y poniendo en peligro el crecimiento económico.
«Según nuestras estimaciones, los estudiantes de hoy podrían ver disminuir sus ingresos a lo largo de su vida hasta en un 12 por ciento. Es el momento de actuar, de evitar estas pérdidas, de apoyar el futuro de la próxima generación
«, Carlos Felipe JaramilloVicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Compromiso por la recuperación educativa
Responder a esta emergencia educativa sin precedentes requiere no sólo de los gobiernos, sino también del sector privado, las organizaciones multilaterales, y toda la sociedad. Enfrentar este enorme desafío implica que la recuperación educativa tiene que ser prioridad de la agenda política de los países de América Latina y el Caribe
El Banco Mundial, el Diálogo Interamericano, la UNESCO y UNICEF nos unimos para hacer un llamado a todas las naciones de América Latina y el Caribe, y a todos los actores sociales nacionales e internacionales vinculados a la educación, para lograr la recuperación educativa a través de cuatro compromisos clave:
- Colocar a la recuperación educativa en lo más alto de la agenda pública como factor clave para la recuperación social y económica tras la pandemia
- Reintegrar a todos los niños y niñas que han abandonado la escuela y asegurar que permanezcan en ella
- Recuperar el aprendizaje y asegurar el bienestar socioemocional de los niños y niñas
- Valorar, apoyar y formar a las y los docentes.
Con información del Banco Mundial.