Twitter: @BibianaMaGuerra
¡Llegó el nuevo año! El 2024 arrancó con nuevos aires, con vientos de esperanza naturales de esta época, pero también porque se siente un ambiente distinto a nivel político en gran parte del territorio nacional. Y no es para menos. Muchas ciudades del país, incluidas grandes capitales, venían de gobiernos locales deficientes, negligentes, con poca ejecución, con muchos problemas fiscales y soluciones que poco o nada respondieron a las necesidades de los ciudadanos.
Estos escasos días del nuevo año ya muestran tintes de cómo serán las nuevas alcaldías y gobernaciones, pero también es cierto que, desde diciembre, los mandatarios elegidos vienen haciendo anuncios sobre sus gabinetes, así como proyectos y visión de ciudad deseada. Si bien el nuevo mapa muestra, de manera general, liderazgos de derecha, no hay que olvidar que también es vital la coordinación con el gobierno central, un gobierno que ha afirmado apoyar la descentralización y la autonomía territorial.
Generalizando un poco, se pueden ver nuevos mandatarios (la mayoría hombres) capacitados, jóvenes, preparados, estudiosos y apasionados por sus ciudades, personas que vienen recorriendo un trecho largo, ya sea en el sector público o el privado, para cumplir esta complicada misión de gobernar los territorios. Otros pocos están repitiendo cargo y/o vienen de corrientes políticas tradicionales. No hay duda de que las ciudades comparten retos similares en lo que respecta a inseguridad, movilidad, vivienda y cambio climático, principalmente, a pesar de que cada una tiene sus propias particularidades.
En materia estadística, para las elecciones territoriales de octubre 2023, se inscribieron en la Registraduría 251 candidatos a gobernaciones; 205 hombres y 46 mujeres, es decir, el 18,3 %, indicando también que no hubo aspirantes mujeres en varios departamentos. Finalmente, de los 32 departamentos, solo 6 serán gobernados por mujeres. En lo que respecta a las alcaldías, solo una mujer gobernará una capital, Ibagué. Aunque se ha avanzado lentamente en cuanto a representación y participación de la mujer en la política nacional, todavía hay mucho trecho por recorrer para nuestro género en la esfera local. Adicionalmente, la abstención creció casi en un 19 % respecto a las elecciones de 2019 y en 25 % respecto a las de 2015.
Afortunadamente, hasta el momento, no hay persona con la que haya hablado últimamente que no vea este color esperanza, que no sienta y respire optimismo. Tenemos, como ciudadanos, la confianza puesta en los nuevos mandatarios, pero ¡Ojo! Recordemos que de nada sirven las políticas públicas y las buenas intenciones de nuestros gobernantes si como ciudadanos no cumplimos con nuestros deberes cívicos. La responsabilidad es de todos y como dice la canción, hasta lo imposible se puede lograr.