El aporte de las empresas al desarrollo de una sociedad es clave. En Manizales la Fundación Luker, surgida como el brazo social de una importante compañía de alimentos de la región, ha tenido como propósito el fomento a la educación como herramienta para superar las desigualdades y generar oportunidades de desarrollo humano. LA Network dialogó con su director en el área educativa.
La Fundación Luker nació en 1994 como una organización privada, sin ánimo de lucro, por el interés de una empresa manizaleña de hacer de su ciudad un mejor lugar para vivir y que brindara una educación de calidad a la población infantil.
Convencidos de que una persona educada y emprendedora transforma, crece y alcanza el bienestar, el trabajo de la Fundación se ha enfocado en ayudar a personas y comunidades a que desarrollen su potencial a partir de la educación. Santiago Isaza Arango, Director de Educación de la Fundación, nos detalla cuál ha sido su aporte a la visión de ciudad universitaria y de conocimiento.
¿Cuál es el papel de la Fundación en este propósito de ciudad de conocimiento?
“Desde la Fundación Luker trabajamos principalmente en proyectos de desarrollo de ciudad en educación y emprendimiento. Encontramos que uno de los proyectos que puede jalonar el desarrollo de la ciudad es Campus Universitario; vemos en él una gran oportunidad para la ciudad.
¿Cómo se materializa ese desarrollo?
“En Manizales tenemos entre estudiantes presenciales y no presenciales, cerca de 43.000 personas. Eso es como el 11% de la población y eso hace que esté entre las primeras ciudades del país en proporción de estudiantes universitarios frente a su población y la primera en tener el porcentaje más alto de matriculados en universidades acreditadas. Eso habla de la calidad.
En materia económica se calcula que cada estudiante gasta cerca de un millón de pesos mensuales. Estamos hablando de 43.000 millones mensuales, es decir más de 400.000 millones de pesos anuales, es como el presupuesto de la ciudad en un año. Es una población que genera mucho desarrollo económico, social y cultural”
¿Desde qué perspectiva apoyan esa iniciativa?
“Detectamos un riesgo muy grande: si se dejaba el tema solo en manos de universidades pues ellas tienen agenda propia enfocada hacia su calidad y cobertura, como institución. Además, se debe involucrar mucho a las alcaldías pero cambian cada cuatro años con sus propuestas: que ciudad ambiental, que ciudad emprendedora, etc. Entonces como Fundación dijimos: podemos tener un papel protagonista para articular lo que pasa entre las ‘u’ y lo que pasa entre la ciudad. Si uno quiere tener impacto nacional e internacional, necesita articular esa relación entre ciudad y universidades”.
¿Esa articulación cómo se adelanta?
“Tratamos de ser un eje articulador dejando el protagonismo a la alcaldía y las universidades. Solo queremos que haya un espacio de convergencia hacia la ciudad universitaria, que pasen cosas, que ambos sectores, académico y público se conversen y nosotros somos un buen pegante. Propendemos por que se trabaje a largo plazo.
Cinco ejes desde los que aporta la Fundación Luker
1 Lograr un compromiso colectivo a favor de Manizales Campus Universitario. Su agenda es que todos hablen, promoviendo las reuniones necesarias y viajes de ser necesario.
2 Trabajar por la calidad educativa. Promover los programas correctos y con calidad superior.
3 Apoyar la estrategia Suma (Sistema universitario de Manizales) que integran seis universidades para que funcione como una sola y se mantenga como una ventaja competitiva de la ciudad.
4 Promover la estrategia de una ciudad de servicios que haga sentir a los estudiantes como huéspedes: 200 establecimientos de Manizales ofrecen descuentos a los universitarios.
5 Apoyar desde las comunicaciones y el mercadeo para que el propósito de la ciudad sea conocido nacional e internacionalmente.
