El «Estudio sobre las condiciones del traslado de niños en motocicletas en América Latina”, liderado por la Fundación Gonzalo Rodríguez, el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo de América Latina CAF, evidencia los riesgos a los que se ven cada vez más expuestos los menores en las ciudades latinoamericanas que son transportados en este medio.
No es un secreto que el medio de transporte de mayor crecimiento en los países de ingresos bajos y medianos es la motocicleta. Tiene ventajas evidentes: es fácil de comprar, económica en sus requerimientos, además de versátil y rápida, particularmente ante el tráfico cada día más caótico que se enfrenta en las ciudades.
Se calcula, por ejemplo, que en Latinoamérica hay casi 30 millones de motocicletas registradas. Datos suministrados por CAF, muestran cómo en Brasil el total de motocicletas inscritas aumentó de 5,7 millones en 2002 a más de 21,4 millones en 2013, lo que representa un aumento de 346 por ciento. Y en el caso de Colombia el parque de motocicletas registrado aumentó un 400 por ciento entre 1997 y 2009.
Pero así como ellas crecen en número, también crecen los problemas para las ciudades, especialmente la alta siniestralidad. En países como Uruguay, Brasil, Colombia y República Dominicana la motocicleta se lleva alrededor de la mitad de los fallecidos por accidentes de tránsito.
Solo basta remitirse a las cifras para comprobarlo: la tasa de mortalidad en motocicleta en la región fue de 1,6 por cada 100.000 habitantes en el período 1998- 2010. Colombia (3,6 cada 100 mil), Brasil (2,9 cada 100 mil) y Paraguay (2,5 cada 100 mil), son los países con la mayor tasa de fallecidos en motocicleta en esta zona del mundo.
Una de las poblaciones más afectadas por la accidentalidad de esta clase son los niños. Aunque el traslado de estos en motocicleta no está claramente regulado, la realidad indica que los niños son transportados en este medio, a pesar de no ser seguro para ellos. En América Latina y el Caribe los accidentes de tránsito son la primera causa de muerte en niños entre 5 y 14 años, y la segunda entre 15 y 44 años.
Es ante esta realidad, que varias organizaciones regionales decidieron adelantar un estudio que aportara información sistematizada, comparada y nueva para países y ciudades de América Latina y el Caribe, y que a su vez sirva para que los gobiernos tomen acciones concretas para implementar y exigir requisitos mínimos que contribuyan con la reducción de muertes y lesiones de los niños a causa de los siniestros de tránsito.
La investigación se llevó a cabo en 29 ciudades de Argentina, Brasil, Colombia, Paraguay, República Dominicana y Uruguay, bajo los métodos de observación directa y encuestas. Dentro del estudio se observaron asuntos claves como: el uso del casco, el uso de ropa visible, de luces, el porcentaje de niños que viajan en este medio y la ubicación en la que viajan, entre otros asuntos. Los siguientes son los resultados por países y ciudades:
Uruguay
En Uruguay fueron seis las ciudades analizadas: Montevideo, Paysandú, Maldonado, Colonia, Cerro Largo y Florida. Se pudo apreciar que Montevideo tiene la menor tasa de niños y adolescentes hasta 17 años circulando en motocicleta, mientras que Paysandú muestra la tasa más alta.
Igualmente, Paysandú es la ciudad con mayor uso de casco y Cerro Largo con el menor uso. Respecto al uso de ropa visible, se halló que Florida tiene el mayor uso, mientras que en Paysandú es muy bajo. En cuanto a la utilización de luces encendidas, la mayor utilización, aunque baja, se da en Montevideo, y el menor uso se da en Florida.
La franja entre 6 y 12 años y, en menor medida, la de 13 a 17 resultan las de mayor vulnerabilidad no solo en relación al grupo de los niños sino también en comparación con el total de ocupantes.
En cuanto a la regulación, la reglamentación de Uruguay contempla elementos y medidas de seguridad para los ocupantes del vehículo y menciona algunos elementos especialmente enfocados en la seguridad del niño. Sin embargo, luego de realizado el análisis de las observaciones y las percepciones de quienes trasladan a menores, se detectó que la reglamentación existente no es respetada.
Argentina
Las ciudades seleccionadas para la medición en este país fueron: Buenos Aires, La Plata, Jujuy, Córdoba y Tucumán. El dato que más sorprendió a los investigadores es que, la capital argentina mostró una mayor tasa de niños menores de 12 años viajando en motocicleta respecto a las demás ciudades analizadas.
En el análisis particular por ciudad, Jujuy es la que presenta la mayor cantidad de alertas, fundamentalmente en el uso del casco. También Tucumán presenta un preocupante bajo porcentaje de uso de casco. La Plata presenta una situación crítica respecto al uso de ropa visible. El uso del celular en Buenos Aires y Tucumán se destaca negativamente. Eso sí, la capital lidera en cuanto al uso de casco, en contraposición a Tucumán, que muestra un uso muy bajo.
A pesar de estas observaciones, Argentina tiene la tasa de fallecidos por cada 100.000 habitantes más baja de los seis países en estudio. Por otra parte, si bien existe una ley nacional de tránsito, en la misma no se regula el traslado de niños en motocicleta.
Paraguay
Allí fueron medidas cuatro ciudades: Ciudad del Este, Encarnación, Caaguazú y Asunción.
Inicialmente hay que mencionar que en este país la siniestralidad vial es crítica. De los seis países en estudio, Paraguay es uno de los que tiene una alta siniestralidad vial infantil. Para 2015 hubo 173 muertes entre niños y adolescentes, lo que representa un 19.7 por ciento del total de siniestros viales de ese año.
En cuanto a las particularidades, el uso del casco es bajo en Paraguay, pero es alarmante el dato de Caaguazú, donde prácticamente ninguno de los observados lo utiliza. De hecho, Caaguazú es la ciudad con peor desempeño en el uso de elementos de seguridad y es la ciudad que tiene más niños y adolescentes viajando en motocicleta.
Por último, el país cuenta con una ley nacional que regula el traslado de niños en moto, además de contemplar el uso de otras medidas de seguridad, exceptuando que estos lleguen al posapié. Asunción, la capital del país, también tiene una norma que regula el traslado de niños en moto, en la misma línea que la ley nacional. Pero lo terrible es que las normas poco se cumplen.
República Dominicana
El estudio fue desarrollado en cinco ciudades dominicanas. Son ellas: Concepción de la Vega, San Cristóbal, Santiago de los Caballeros, Salvaleón de Higüey y Santo Domingo.
República Dominicana es el país que muestra el peor desempeño en general. Tiene la tasa de fallecidos por cada 100.000 habitantes más alta de los seis países en estudio y constituye una de las tasas más alta del mundo.
El uso del casco es extremadamente bajo en todas las ciudades; incluso en Santo Domingo, que es la ciudad que tiene el uso más alto, es igualmente bajo (solo del 35 por ciento). Al igual que sucede con el uso del casco, el uso de ropa visible es muy bajo en términos generales.
Tanto en Concepción como en Salvaleón, ambos indicadores tienen un desempeño muy pobre. Por el contrario, las dos ciudades mencionadas son las que muestran mayor uso de luces encendidas, a pesar de ser muy bajo. Se aprecia que la utilización del celular es una práctica común en todos los sitios observados.
De otro lado, San Cristóbal es la ciudad donde se observaron más menores de 12 y de 17 años viajando en motocicleta. Cabe destacar que el uso de motocicletas entre menores 17 años en todas las ciudades es superior al 15%.
Por último, este país tiene una ley nacional que regula el tránsito, pero esta norma no contempla el traslado de niños en motocicletas. En ese sentido, solo obliga el uso del casco y la cantidad de pasajeros.
Colombia
Para el caso de este país, las ciudades medidas fueron: Bogotá, Cali, Santa Marta, Galapa y Riohacha.
Colombia tiene una de las peores siniestralidades viales infantiles de los seis países en estudio. En 2015 registró 817 muertes de niños y adolescentes, lo que significa un 11.86 por ciento del total de muertes en las vías en ese país.
Ya en el estudio particular, hay una ciudad que se destaca por sus buenas prácticas: Bogotá. La capital colombiana demuestra un excelente desempeño en el uso del casco y es la ciudad capital que mejor lo hace de todas las analizadas. Además es la ciudad de menor cantidad de niños en motos y que hace un mayor uso de las medidas de seguridad.
En contraste, Galapa y Riohacha tiene las peores calificaciones: tienen un muy bajo uso del casco, el uso de ropa visible es el peor en estas ciudades, lo mismo sucede allí para el uso de luces encendidas y el preocupante uso del celular mientras se conduce. Galapa también registró un mal desempeño en medidas de seguridad, es la que muestra la mayor cantidad de niños menores de 12 y 17 años viajando en moto y es la tasa de niños en motos más alta de las ciudades del estudio.
Brasil
Las ciudades tenidas en cuenta para este estudio en este país fueron: Río de Janeiro, Recife, Fortaleza y Belém
En Brasil, el uso del casco es muy alto en Río de Janeiro y en Recife. Por el contrario, es muy bajo en Belém. Sin embargo el uso de ropa visible es bajo tanto en Río, como en Recife y Fortaleza; mientras que Belém muestra el mayor registro, que de todas formas es muy bajo. El uso de luces encendidas durante la circulación es importante en Fortaleza y Recife pero no así en Belém. En líneas generales, Belém presenta un mal desempeño en materia de uso de medidas de seguridad para circular en motocicleta.
Si quieres ver el informe completo puedes dar click aquí http://scioteca.caf.com/bitstream/handle/123456789/1032/Estudio_Motos.pdf?sequence=1&isAllowed=y