“Un parque es un lugar donde los extraños
nos encontramos y nos
volvemos más comunidad.”
Jane Jacobs
¿Qué es un parque sin niñas y niños jugando en él? A 40 minutos de Tijuana se encuentra Rosarito, un municipio al norte de México cerca de la frontera con Estados Unidos de América, y en esa localidad las canchas “El Profe” son emblemáticas por ser uno de los espacios en donde las y los jóvenes deportistas “arman la reta”.
Aún con las dificultades que implicaba no tener un lugar donde descansar, el clima, la falta de iluminación, y la inseguridad algunos pocos vecinos y vecinas unían esfuerzos para, poco a poco, pintar llantas, mantener limpio y ameno este espacio.
Previamente hemos hablado sobre la importancia de crear parques para la recuperación social después de la pandemia, y la realidad es que ese aprendizaje lo seguimos compartiendo en las diferentes comunidades que buscamos apoyar con Placemaking.
¿Por qué es importante construir o rehabilitar espacios como los parques?
Nos encontramos en los parques para volver a la comunidad, incluso cuando el proceso para hacerlo apenas ha comenzado. Hacemos comunidad desde que imaginamos cómo queremos que sean esos lugares, desde que decidimos cuáles son las necesidades que vamos a resolver mientras aplicamos los cambios en los lugares y así transformarlos en nuestros y apropiarnos de ellos.
La comunidad de Rosarito ya aplicaba las herramientas de Placemaking aún sin saberlo. Unos cuantos se reunían, arreglaban su jardín de sábilas, pintaban y acomodan las llantas recicladas negras o grises que pasaron a rojos intensos o azules lúcidos para usarlas como maceteros, gradas y darle color a los alrededores de la cancha. Aplicaban herramientas de Bajo Costo y Alto Impacto que les permitían hacer suyo el espacio desde sus posibilidades.
La actividad de pintar colectivamente su espacio ha sido el elemento común, que también estuvo presente en este parque. Les sirvió como un ingrediente que da vida, identidad y les provoca sentimientos positivos hacia ese lugar que están cuidando.
Con el programa Parques de Corporación del Fuerte y Fundación Placemaking México cada vez se construyen más lugares como este para el desarrollo de las personas y mediante donaciones, potenciamos estos cambios que las motiva e inspira a crear nuevos cambios. En este espacio, fue fundamental el apoyo del Instituto Municipal del Deporte (IMDER) y el Gobierno del Municipio de Rosarito para hacer del parque de las canchas El Profe un elemento de cohesión social, un lugar de disfrute comunitario, donde las y los vecinos se reúnen aunque hagan actividades diferentes, según su edad, gusto y necesidad.
Gracias a esta polifuncionalidad, cada integrante de la comunidad le da un sentido particular. Para los más pequeños de la comunidad quienes antes se aburrían al esperar a sus hermanos mayores o padres quienes jugaban fútbol, ahora disfrutan de su módulo de juego en donde comienzan a crear lazos con otras personas de su comunidad desde temprana edad, mientras disfrutan y aprenden a cuidar su lugar.
La diversión se hace presente aún cuando no estén jugando en la cancha, ahora los cuidadores, hermanos o amigos que asistan a ver los épicos partidos que ahí se disputan, tienen la posibilidad de esperar por ellos en un lugar cómodo y más incluyente.
Santiago ha vivido en esta comunidad desde hace 17 años y cuenta a Fundación Placemaking México que siempre había sido un lugar muy solitario e inseguro. Hace un tiempo instaló su tiendita en las canchas para solventar a su familia, y con el apoyo del IMDER, se convirtió en el vigilante natural y encargado del mantenimiento de estas canchas “Estos proyectos reúnen familias, yo aquí he mirado familias que antes no miraba y ahora vienen a visitar este parque.” señala con emoción.
Santiago es vecino de las canchas “El Profe” en Rosarito. Al fondo se percibe la intervención realizada y el letrero “únicamente niños pequeños” que colocó con su esposa para concientizar sobre el cuidado del juego.
Por otro lado, la seguridad dentro del espacio mejora radicalmente e invita a las y los usuarios a una mayor permanencia principalmente porque se involucraron en los cambios que se implementaron. “Percibo el cambio, saber que antes era una zona vandalizada, era una zona oscura, y hoy en día contamos con iluminación, un área limpia, un área segura.” señala, mientras nos cuenta que él ofreció su mano de obra para la realización de los cambios en el parque.
Estos cambios además generan capital económico para los lugareños. Con la instalación de la mesa de picnic, las personas permanecen mucho más ahí, tienen un lugar donde descansar o consumir lo que la tiendita de Santiago ofrece y los platillos que cocina su esposa, mientras el juego en la cancha continúa.
Para el caso de los adultos el tema puede ser un poco diferente. La vida adulta ha cambiado en este parque en donde los más grandes, que antes eran sedentarios, ahora dedican algunos valiosos minutos e incluso horas a ejercitarse para tener días más plenos yllenos de energía.
En estas comunidades del noroeste de México, la creación de lugares públicos ha sido un gran aliciente al problema de inseguridad que presentan, ya que les brinda múltiples beneficios físicos y psicológicos porque les permite acercarse con los otros, platicar, conocerse, entablar nuevas relaciones sociales, compartir un objeto o el lugar mismo y convertirlos en los principales cuidadores naturales al crear paulatinamente un lazo comunal.
Hacemos comunidad jugando a la pelota, compartiendo los alimentos en un día de picnic, lanzando al otro de la resbaladilla, al empujarnos en un columpio, mientras corremos para hacer cardio todos los días, o al usar algún aparato para mover las piernas.
Con Placemaking les ayudamos a descubrir su potencial y la comunidad se une más, se integra más y decide sobre sí misma, interpreta su espacio, lo apropia y lo protege. Las herramientas de Placemaking los apoyan a desarrollar los lugares que un día imaginaron a unos pasos de sus hogares.
Además, uno de los 11 principios de Placemaking es “el trabajo siempre continúa” y esta intervención también motivó a que Santiago y su comunidad deseen agregar algunas mejoras extras con el paso del tiempo.
¿Qué les gustaría realizar en un futuro en su parque?, le preguntamos “Yo creo que hay que trabajar en el área de estas bancas y quizá poder poner una terracita para la temporada de calor, por el sol.”
En esta cancha una nueva historia comienza.
¿Te gustaría unirte a la creación de lugares y
beneficiar a las familias mexicanas que más lo necesitan?
Entra a nuestra página oficial www.placemaking.mx y
descubre cómo puedes donar para hacer estos cambios.
¡Dejemos de ser desconocidos para volvernos comunidad!