Cuando llega el final de otro periodo de gobierno, el balance de la ciudad tiene algunos aspectos positivos, pero otros que requieren mayor compromiso y sentido de continuidad. Aquí un análisis con las dos caras de la moneda.
Transformaciones en materia de escuelas deportivas; en posibilidades de gestión de residuos sólidos con un futuro relleno sanitario; recuperación de espacio público; salud itinerante y cerca de 50 obras representativas; son algunos logros que el Alcalde Provincial de Trujillo 2015-2018, el excoronel de la Policía Nacional de Perú, Elidio Espinoza Quispe, afirmó dejarle a la ciudad como legado de su gobierno.
Esta, la tercera ciudad del Perú (1’000.000 de habitantes) explica Espinoza Quispe, vivió periodos de intensa violencia que le llevaron al primer lugar del listado de criminalidad, por lo que combatirla fue uno de los principales enfoques -sino el principal-, que le dio a su gestión y a la que agregó su larga experiencia como integrante de la fuerza pública del país.
De hecho, su plataforma política se basó en ese enfoque de seguridad, al denominarse ‘Movimiento Regional para el Desarrollo con Seguridad y Honradez’.
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Sin embargo, cuando se acerca el final de su periodo, la seguridad ciudadana se mantiene como un reto e incluso se agregan otros como el transporte público, la disposición de residuos sólidos, y el control del espacio público, que han motivado la participación de 18 candidatos frente a los 11 que se presentaron a la contienda de 2014 para ocupar la alcaldía provincial.
El legado… y el presente
Espinoza aseguró que en seguridad ciudadana, deja para la ciudad la Central de Tráfico, Riesgo y Monitoreo entregada en 2017, dotada con un sistema de vídeo vigilancia con potentes características de identificación de rostros y placas de vehículos. A esto había agregado en 2016 las primeras 20 cámaras de vigilancia y espera que a futuro, la plataforma que dejó instalada, logre la identificación de voces.
La Central opera también con un software o programa entregado por Alemania para que, a través de un aplicativo, los ciudadanos puedan reportar delitos o emergencias.
En este sentido, el alcalde provincial señaló que bajó los índices de criminalidad. “Al final de 2015 pasamos del primer lugar al puesto 12 y al 2016 terminamos en el 14. Bajamos un 14.5 % la criminalidad”, señala Espinoza Quispes. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática de Perú INEI, Trujillo en 2015 tenía una tasa de homicidios de 16,6 por 100.000 habitantes y en 2017 esa tasa bajó a 10,2, lo que evidencia una mejora.
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Pese a ello, cifras del Observatorio Provincial de Seguridad Ciudadana muestran que en el primer semestre de 2018 la cifra de muertes fue de 41 víctimas, es decir un 71 % de incremento respecto al mismo periodo de 2017. Tan solo en el mes de junio se presentaron 11 asesinatos.
Para Sonia Carranza Rivillas, arquitecta integrante del patronato Trujillo Ahora -articulado a la Red Lima Cómo Vamos-, esta fue una asignación en la que la actual Administración no superó las expectativas, aunque concede el beneficio de afirmar que ha sido un problema estructural de la ciudad desde hace varios gobiernos.
“Acá se perdió el sentido de la autoridad en todos los campos. Sobre la seguridad ciudadana el manejo fue deficiente: no hubo convocatoria a los actores de la comunidad, de la sociedad civil. Zonas periféricas como El Porvenir, La Esperanza y Florencia de Mora, son zonas con espacios muy peligrosos”, explicó la arquitecta.
Agregó que quedó haciendo falta más autoridad tanto municipal como de policía y si bien destacó la construcción de la Central de Monitoreo, insistió en que los edificios por sí mismos no solucionan nada si no hay autoridad en las calles. “Fue una cuantiosa inversión y en las comunidades hay muchas comisarías que no tienen ni los servicios básicos”, expresó en diálogo con LA Network.
Por su parte, Espinoza Quispe agregó que con esta misma central, deja avances en materia de prevención del riesgo, pues en convenio con la Fuerza Aérea Peruana (que administra el satélite peruano Perusat-1), están capacitando a los funcionarios de la municipalidad para la lectura de imágenes satelitales que les permitan hacer prevención de riesgos y emergencias como las ocurridas en 2017 por las lluvias intensas de cerca de ocho días de duración.
Disposición de las basuras: tema crítico
En el manejo de las basuras hay preocupación para los trujillanos ya que los alcaldes anteriores no pudieron dar una solución de largo plazo. Un ejemplo de ello es la llegada a su máxima capacidad de El Milagro, botadero que hace dos años alcanzó su límite.
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Trujillo genera cerca de 400 toneladas diarias y el alcalde provincial ha recibido críticas por la concesión de este servicio de la que se afirma no ha sido exitosa. “En lo ambiental hay muchos problemas. La ciudad está sucia, no hay un modelo de recolección de basura, recién apenas en los últimos meses por concesión se reguló este servicio. No hay limpieza de los parques y jardines, la que tuvo ausencia por mucho tiempo, apenas hay un trabajo luego de por lo menos 2 años en los que se abandonaron”, sostuvo Carranza Rivillas, del Patronato Trujillo Ahora.
Por su parte, Espinoza señaló a LA Network que fue gracias a su gestión que se logró la destinación de un terreno de 67 hectáreas para un relleno sanitario que solucionará los retos en esta materia y que deberá poner en marcha la siguiente administración.
¿Y cuál es el reto del espacio público?
Otro de los retos para el nuevo alcalde provincial será el control y organización del espacio público, especialmente en el Centro Histórico de la ciudad que es considerado uno de los potenciales de desarrollo económico ya que se encuentra postulado para ser declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco, lo que generaría un fuerte impulso para el sector del turismo.
Aquí se vuelve a un tema transversal como es la falta de autoridad, explica la arquitecta Carranza Rivillas. Para la integrante del Patronato, la informalidad también se ha tomado el Centro Histórico y aunque se hicieron operativos de control, estos no respondieron a una política sólida. “Se trabaja una semana, se retira a los comerciantes, se demuelen cosas que estaban invadiendo la vía pública pero no se sostiene: dura un mes y luego nuevamente se abordan las calles de la misma manera porque no hay un plan adecuado, no se trabaja pensando en futuro, en resolver el problema”.
A pesar de ello, Espinoza Quispe afirmó que trabajó por posicionar a Trujillo e indicó que en este renglón, se registra un aumento del 52 % del turismo especialmente nacional, según cifras de la Cámara de Comercio. Además implementaron un aplicativo que le indica a los turistas “qué visitar, qué hacer, qué restaurantes, a dónde ir, por cuánto tiempo”.1
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Finalmente, el alcalde provincial que resulte electo en octubre y que iniciará su periodo en enero, deberá afrontar desafíos de transporte público como la sobreoferta de taxis y el transporte informal (cifras calculan más de 23.000 taxis y 6.000 informales), pero con un reto mayor: “Trujillo necesita con urgencia un sistema masivo de transporte”, concluyó la arquitecta Sonia Carranza Rivillas.
