“El legado más valioso que puedo dejar como ser humano no solo es mi música sino la protección de la naturaleza”, dice este cantautor animalista, ejemplo de Ciudadanía Sostenible.
Como la historia de muchos héroes y personas que viven para cambiar el mundo, la incomprensión es una compañera permanente. Eso le sucede al colombiano Camilo Valencia, un productor musical y “cantautor” como él mismo se define, que ha soñado con llegar muy lejos con su música pero que hace algunos años, con el arribo a su hogar de dos mascotas, decidió entregarlo todo y combinar la música con la defensa de los animales, de la naturaleza.
“Tengo algunos detractores dentro de mi propia familia”, dice Camilo al recordar que parte de su gente, aún hoy, le reprocha que desperdició sus sueños, que ya a sus 38 años el éxito musical se le escapó y que los ‘top ten’ en los listados de las emisoras o las portadas de las revistas ya no serán.
“Yo siento que el éxito como ser humano no se mide por los logros materiales y puedo dejar al universo algo más relevante que un carro o dinero. Quiero dejar mi amor por la humanidad”, afirma.
Caminando se aprende la vida
Psicología y Comunicación Social fueron carreras profesionales que pasaron por la mente de Camilo en su juventud, en una época en que la música no era una opción de vida muy clara para nadie.
Pero el bicho del arte, y en especial el de la música, ya había sido sembrado por su padre antes de partir de esta realidad, cuando el futuro artista tenía siete años. “Mi padre murió y eso quedó en el aire. Al salir del colegio de nuevo apareció”, recordó.
La música ganó. Y aunque encontró en su madre su aliada incondicional, eso no hizo que la lucha fuera menos titánica, tanto en lo económico como con sus propios demonios.
“El maestro Juan Berdugo, del grupo Suramérica (Medellín) me dijo que sí se podía vivir de la música y desde 1998 empecé la búsqueda”. Rodó por varias facultades; incomprendido en lo que quería con su expresión musical se fue de la Universidad de Antioquia; partió a Miami pero no logró la beca que necesitaba; regresó a Colombia y armó su propia ‘universidad’ de música.
El compositor Luis Fernando Franco (La vendedora de Rosas) le armó su pensum y entre 1999 y 2005 estudió todo lo que necesitaba para alcanzar su meta: cantautor y productor musical.
“Sin la familia hubiera sido imposible. A la que le tocó duro y creer en medio de la penumbra fue a mi mamá. De la parte de la familia que creyó en mí también siempre llegaron ayudas en los momentos más duros”, reconoce.
“Dos mascotas cambiaron mi vida”
Con ese trabajo duro y esfuerzo, en 2007 salió su primera producción musical ‘Corazón Pop’ con la coproducción de José Lopera, baterista de Ekhymosis y de Juanes. Con influencias del pop italiano y español, entre ese año y 2010, Camilo tuvo un relativo éxito a nivel regional y nacional, con distintos reconocimientos por su sencillo ‘Lograré’.
Sin embargo, dos hechos cambiaron radicalmente el rumbo de su carrera que ya enfilaba a un nuevo trabajo musical: ‘Liberaciones solares’.
“Mi madre nunca nos dejó tener mascotas pero por esas cosas llegaron a la casa Jack y Jackie y eso unió a la familia que andaba dispersa cada uno en sus proyectos. Ellos nos ‘reconectaron’ espiritualmente. Volvíamos a casa temprano para estar con ellos, para cuidarlos, compartir”, relata sobre los dos Fox Terrier, nuevos integrantes de la familia.
Mientras preparaba este nuevo trabajo y le sacaba provecho al anterior, su sensibilidad por los animales se profundizó y conoció más del maltrato a mascotas y fauna. Un video en el que vio cómo en China, despellejaban vivo a perro, le impactó tanto que lloró durante días. “Yo dije tengo que hacer algo con mi música, tengo que hacer algo. Ni una ballena, que es el animal más grande sobre la tierra, puede hacer nada ante la avaricia del hombre”, reflexionó.
Músico y activista, un mensaje por la vida
En ‘Liberaciones solares’, que salió al público en 2014, incluyó tres canciones inspiradas en la causa animalista: Mi sol; El círculo de la vida (contra la tauromaquia) y Despierta que, según Camilo, le valió el éxito entre los defensores de animales.
Desde entonces esos temas ya han protagonizado 42 conciertos -muchos de ellos donados por Camilo con el objetivo de “transformar el pensamiento y educar en la protección animal, sensibilizar”-; ocho campañas en distintas ciudades del país para apoyar la causa de la defensa de los animales; su música y mensaje ha sido aprovechado por los gobiernos locales para difundir mensajes en pro de la naturaleza.
“Camilo es una persona íntegra, profesional, dedicada, que como cantautor usa su música para llevar un mensaje y para quienes trabajamos por la causa animalista es muy valioso que él esté luchando”, comentó Juan Guillermo Páramo, director de Animanaturalis para Colombia.
Aunque Camilo rechaza el que se le considere un activista en defensa de los animales, acepta que su trabajo es más bien el de ser un nodo para una ciudadanía activa que cada vez se empodera más de su papel. Diariamente trabaja con intensidad uniendo causas, acciones, necesidades, peticiones, incluso de otros países, pero todos con la misma intención: cuidar a los animales.
“Me parece muy importante que la ciudadanía se active. La causa animalista necesita mucha información y lo que hago con mi trabajo es difundir intenciones, movilizar a través de las redes sociales”, explica Camilo quien relata que su trabajo como defensor ha llegado a Argentina, Chile, Perú, Ecuador y casi toda Colombia.
Para su nuevo trabajo titulado ‘Luz y Planeta’, ganador además de una de las Becas de Creación Artística de la Alcaldía de Medellín, Camilo compuso siete de diez canciones que integran el álbum, con temáticas sobre los animales. Contra las corridas de toros; por la adopción de mascotas y animales ancianos; contra el tráfico de animales silvestres; son las melodías que en género pop hacen ondear la bandera de Valencia a la que se suman dos historias muy particulares.
“La leyenda de puente arco iris que es ese lugar en que las mascotas, después de morir, esperan a sus amigos humanos para acompañarlos a dar el paso siguiente”, cuenta el cantautor.
El otro trabajo es en defensa del medio ambiente en colaboración con dos artistas de la etnia Emberá Chamí del grupo Linaje-originarios que, en su idioma, hacen rap.
“Quiero dedicar mi vida a esto”
En un par de semanas se hará el lanzamiento del videoclip No te abandonaré, canción sobre quienes dan todo por cuidar a los animales.
Durante el resto del año serán tres lanzamientos más de su trabajo ‘Luz y Planeta’: el video de Puente, en mayo o julio; Déjame volar y en diciembre, Qué siglo es, en contra de las corridas de toros.
“Me han dicho que si mis canciones no salen en la radio es porque nos son comerciales, pero quiero hacer algo más importante con mi música, algo que le sirva al planeta, quiero dedicar mi vida a esto, a defender la naturaleza, los animales”.
Su mascota Jackie murió hace tres años y posiblemente esté esperando a Camilo en el puente arco iris, pues el cantautor es consciente “que la vida no es segura para nadie”. Lo que sí es seguro, es que el fox terrier no le va a preguntar por el éxito que este soñador tuvo o no en la Tierra: se lanzará hacia su amigo moviendo la cola y juntos, cruzarán a un mundo de humanos y animales en paz.