Cómo reducir el crimen a través del diseño urbano

Cómo reducir el crimen a través del diseño urbano

derecho_1
LA Network
9 septiembre, 2018 - Hábitat y Desarrollo Urbano

El diseño urbano puede reducir la delincuencia y juega un papel importante en la prevención del crimen. El uso de la planificación urbana para reducir la desigualdad y la marginalidad con intervenciones a nivel de calle en los asentamientos informales, son algunas de las iniciativas más importantes en la prevención de la inseguridad.

Cómo reducir el crimen a través del diseño urbano
El espacio público en buen estado, desarrolla un sentido de identidad y pertenencia en las comunidades que puede ser eficaz para erradicar el delito.

La planificación permite identificar causas fundamentales del crimen, establece la presencia local de lo público y ayuda a generar confianza entre grupos e instituciones marginadas, como estrategia clave para la prevención del delito. Aunque la delincuencia urbana es un fenómeno social complejo, las intervenciones de planificación urbana pueden tener fuerte impacto positivo, dando espacio para las actividades económicas formales e informales, impulsando la recuperación y el mantenimiento de espacios públicos, haciendo que servicios y oportunidades estén disponibles para los residentes marginados.

Las actividades delictivas tienden a ser más agudas en lugares donde hay insuficiente alumbrado público, en terrenos baldíos o en edificios abandonados. También en senderos y caminos sin pavimentar que bloquean el acceso a los automóviles de policía y otros vehículos, así como en donde pocas personas están viendo lo que está pasando, por ejemplo, en calles abandonadas, áreas con altas paredes ciegas y en grandes espacios abiertos.

El acceso al transporte reduce el efecto negativo de la discriminación.

El aislamiento produce resultados socio- económicos negativos, lo que puede generar disturbios sociales y delincuencia. Las áreas con gran número de residentes desempleados y subempleados a menudo no pueden dar sustento a los negocios ni a la comunidad, generándose una espiral de efectos negativos.

Los usos mixtos aumentan las oportunidades para la vigilancia activa y pasiva.

Combinar espacios residenciales, laborales y comerciales dentro de un vecindario reduce el riesgo de posible violencia en el transporte público y asegura una mayor vigilancia. Permitir actividades comerciales durante todo el día, como por ejemplo tiendas que abren hasta altas horas de la noche o cafeterías abiertas las 24 horas, atraen actividad peatonal y proporcionan vigilancia pasiva.

El espacio público y el uso de instalaciones públicas existentes para actividades ocupacionales, pueden reducir la delincuencia.

El espacio público en buen estado, desarrolla un sentido de identidad y pertenencia en las comunidades que puede ser eficaz para erradicar el delito y hay una relación directa entre el mantenimiento del espacio público y la percepción de delincuencia.

La sensación de “tierra de nadie” puede causar deterioro y el mantenimiento del espacio público es de suma importancia para evitar el vandalismo, lo que podría exacerbar sentimientos de inseguridad que conllevan la salida de inversión.

La “teoría de la ventana rota” es una teoría de criminología sobre el contagio de las conductas inmorales o incívicas, la cual sostiene que mantener los entornos urbanos en malas condiciones puede provocar un aumento del vandalismo y de la criminalidad.  La ventana rota envía un mensaje claro: aquí no hay nadie que cuide de esto.

Cómo reducir el crimen a través del diseño urbano
El crimen disuade la inversión interna, inhibe el turismo y hace que las personas capacitadas emigren.

Los puntos conflictivos tales como edificios vacíos pueden transformarse en dinámicas instalaciones comunitarias.

Utilizar los edificios abandonados como instalaciones para la comunidad envía un mensaje de mejora de las condiciones, especialmente cuando son parte de proyectos integrales en el área. En Diadema, Brasil, una intervención impulsada desde la comunidad aumentó la percepción de los residentes sobre seguridad y erradicación de otros problemas persistentes, reduciendo la tasa de homicidios en más de un 44 % en 2002.

El crimen es una barrera importante para el desarrollo socio-económico.

El crimen disuade la inversión interna, inhibe el turismo y hace que las personas capacitadas emigren, lo que reduce la reserva de personal cualificado. Los factores del crimen tienen un impacto negativo en el desarrollo económico ya que las altas tasas de inseguridad provocan un efecto psicológico en los ciudadanos, lo que dificulta su espíritu empresarial y reduce los valores de la propiedad.

Lo que dice la Nueva Agenda Urbana

El numeral No. 5 de la Nueva Agenda Urbana señala: Al reorientar la manera en que se planifican, se diseñan, se financian, se desarrollan, se administran y se gestionan las ciudades y los asentamientos humanos, la Nueva Agenda Urbana ayudará a poner fin a la pobreza y al hambre en todas sus formas y dimensiones, reducir las desigualdades, promover un crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, lograr la igualdad de género.

¿Quieres saber más del tema? Descarga gratis el libro «Planeamiento Urbano para Autoridades Locales» https://unhabitat.org/books/planeamiento-urbano-para-autoridades-locales/

Artículo original de ONU-Hábitat México.