Urbanismo táctico: redefiniendo el espacio público

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LA Network
Intervención de urbanismo táctico en Medellin (Colombia). Foto: Green Virus

En medio del bullicio de las calles, entre el concreto y el asfalto, ha surgido una revolución silenciosa en materia urbana pero transformadora: el urbanismo táctico. Esta práctica innovadora está cambiando la forma en que vemos y experimentamos nuestras ciudades, redefiniendo los espacios públicos para que sean más inclusivos, sostenibles y habitables. Desde la creación de plazas peatonales hasta la instalación de carriles para bicicletas y la revitalización de parques abandonados, el urbanismo táctico está transformando paisajes urbanos en todo el mundo.

El urbanismo táctico se basa en la idea de intervenir en el entorno urbano de manera temporal y a bajo costo para probar nuevas ideas y soluciones antes de implementar cambios a gran escala. A menudo impulsado por las comunidades locales, este enfoque creativo para la planificación urbana busca mejorar la calidad de vida de los residentes y promover una mayor equidad en el acceso al espacio público.

Una de las características distintivas del urbanismo táctico es su agilidad y flexibilidad. En lugar de esperar años para implementar proyectos de infraestructura de gran envergadura, los promotores del urbanismo táctico pueden transformar un espacio con solo unos pocos recursos y mucha creatividad.

La primera guía de urbanismo táctico conocida es de 2012 en Estados Unidos por cuenta del planificador Mike Lydon y el arquitecto Tony García. Posteriormente se han incorporado nuevas publicaciones relacionadas con casos y experiencias en otros continentes y muy especialmente en Latinoamérica.

Ejemplos inspiradores en el mundo

Una de las intervenciones de urbanismo táctico más icónicas de Nueva York es la de Times Square. Foto: Cortesía

En Nueva York, el proyecto Summer Streets cierra temporalmente varias calles al tráfico automotor los sábados durante el verano, transformándolas en rutas peatonales y áreas recreativas para los residentes y turistas. Lo que comenzó como un experimento temporal en 2008 se ha convertido en un evento anual muy esperado que atrae a miles de personas cada año. A partir de esta experiencia, se desencadenó con Michael Bloomberg como alcalde de la ciudad y Janette Sadik-Khan como comisionada del Departamento de Transporte de Nueva York, otra revolución: la implementación audaz del programa “Plazas Públicas” o “Plazas de Bolsillo”, que implicó la creación de pequeños oasis urbanos en lugares antes ocupados por los vehículos. A partir de esta estrategia, muchas calles pasaron a ser para los peatones y Nueva York se convirtió en un ejemplo inspirador para muchas ciudades del mundo.

Supermanzana en Barcelona. Foto: Ayuntamiento

Atravesando el océano Atlántico, en Barcelona, las reconocidas Supermanzanas han sido objeto de una transformación radical gracias al urbanismo táctico. Inspirado en la idea de crear áreas residenciales más seguras y sostenibles, el proyecto ha cerrado algunas calles al tráfico y ha reasignado el espacio para peatones, bicicletas y áreas verdes. Hoy Barcelona es una ciudad distinta gracias a estas intervenciones que pasaron de temporales a permanentes. La Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB) presentó una evaluación en 2021 del impacto potencial en la salud y en sus determinantes de las Supermanzanas implantadas en los barrios de Poblenou, Sant Antoni y Horta. Los principales resultados del proyecto muestran efectos positivos en la salud con una mejora de la calidad de vida y una ganancia en bienestar, tranquilidad, calidad del sueño, reducción del ruido, reducción de la contaminación y aumento de la interacción social y de la movilidad activa. En cuanto a los beneficios ambientales, se constató una bajada significativa de los niveles de contaminación en las Supermanzanas de Sant Antoni después de su implantación.

Parte del nuevo tramo de Paseo Bandera (Santiago de Chile) desarrollado en 2023. Foto: Municipalidad de Santiago

En Latinoamérica, un buen ejemplo del impacto del urbanismo táctico ha sido el Paseo Bandera en Santiago de Chile. A solicitud de la alcaldía de la ciudad, la oficina Estudio Victoria, dirigida por el muralista Dasic Fernández, el galerista Esteban Barrera y el arquitecto Juan Carlos López, estuvo a cargo de la gestión y diseño del colorido corredor, un segmento inicial de 400 metros lineales en una de las calles más emblemáticas del centro de la ciudad. El objetivo de esta intervención era claro: estudiar la viabilidad de sacar los automóviles y convertir la calle en un espacio solo peatonal. El 20 de diciembre de 2017 la calle Bandera se transformó en un paseo peatonal que fue inaugurado por el entonces alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, junto al intendente Claudio Orrego. Un año después se inauguró la segunda etapa y el año pasado hubo una nueva extensión con el tramo que va desde el pasaje Jorge Hunneus hasta la Avenida San Pablo. Son dos cuadras y media más, donde se pintó el suelo con 8.000 m2 de murales y se instaló mobiliario urbano como jardineras y asientos. La calle se sigue transformando.

Desafíos y oportunidades

Aunque el urbanismo táctico ha demostrado ser una herramienta poderosa para la transformación urbana, no está exento de retos. Uno de los principales obstáculos es la resistencia de algunos sectores de la sociedad y de la burocracia gubernamental. Algunas personas pueden ser reacias a los cambios en el paisaje urbano o pueden temer que las intervenciones temporales se conviertan en permanentes. Además, la falta de financiamiento y apoyo institucional, sin duda, obstaculiza la implementación de proyectos de urbanismo táctico a pequeña y luego a gran escala.

Sin embargo, a pesar de estos desafíos, el urbanismo táctico ofrece enormes oportunidades para mejorar nuestras ciudades y hacerlas más habitables. Al empoderar a las comunidades locales y fomentar la participación ciudadana, el urbanismo táctico puede ayudar a construir ciudades que reflejen verdaderamente las necesidades y aspiraciones de sus habitantes. No hay duda de que el futuro de nuestras ciudades depende de nuestra capacidad para abrazar este tipo de visión y convertirla en realidad.

Intervención de urbanismo táctico en Bucaramanga (Colombia). Foto: Arquiurbano Taller