Jóvenes Contra la Violencia: comprometidos por una Guatemala que respete la Vida

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LA Network
1 junio, 2017 - Alianzas y Comunidades

La Asociación Por Una Vida Digna (AVD), fundada en 2012, cuenta con el Programa Jóvenes Contra la Violencia (JCV), que inició en el 2009. Su objetivo principal es fortalecer la seguridad ciudadana y la convivencia pacífica por medio de la prevención de la violencia y mediante el trabajo en las áreas urbano marginales de Guatemala.

Jóvenes contra la violencia

La misión de la Asociación Por Una Vida Digna es clara: ser jóvenes que previenen la violencia juvenil por medio de propuestas y acciones creativas que sensibilizan y motivan a la sociedad, especialmente a comunidades en riesgo.

Para cumplir con este propósito, la organización tiene como programa ancla Jóvenes Contra la Violencia (JCV), que está integrado por un equipo multidisciplinario con más de 5 años de experiencia en incidencia política, redes juveniles, metodologías pedagógicas, entre otros.

El proyecto tiene un alcance geográfico en el departamento de Guatemala en los municipios de: Guatemala, Mixco, Villa Nueva y Villa Canales. Hoy cuenta con más de 300 voluntarios. La población beneficiada hasta ahora son hombres y mujeres desde los 7 años de edad.

LA Network dialogó con Walter Corzo, Coordinador de Proyectos de la asociación, para conocer sobre las acciones que vienen desarrollando para disminuir la violencia homicida en el país y su rol como parte de la red latinoamericana Instinto de Vida, que fue creada con el mismo objetivo.

¿Por qué surge esta organización y cuál es su trabajo hoy en el país?

Jóvenes Contra la Violencia inicia en un momento muy complicado en el que los índices de violencia en el año 2009 estaban en su momento más terrible y más alto, y un grupo de jóvenes decidió organizarse para hacer algo al respecto. Es así como nace en ese momento el movimiento Jóvenes Contra la Violencia. Surge como un movimiento social que tiene un mensaje claro y es posicionar de nuevo en la opinión pública o traer a la mesa política el tema de prevención de la violencia. Cuando nuestro Gobierno en ese año hablaba de darle más recursos a la Policía, de sacar el Ejército a las calles, de reaccionar ante la violencia, el mensaje nuestro era: prevengamos la violencia. Es así como se invita a más de 90 organizaciones a hacer parte de este movimiento y participan jóvenes de diferentes grupos y estratos sociales, y el mensaje fue discutamos y hablemos de cómo podemos prevenir esta violencia. Toda esta conversación se plasmó en un documento de recomendaciones de política pública que es entregado a los tres organismos del Estado. Pero hay muy poco eco en este mensaje y sobre todo en aplicar las recomendaciones.

Por eso ustedes mismos deciden poner en práctica esas recomendaciones…

A partir del 2010, Jóvenes Contra la Violencia toma alguna de las estrategias que están planteadas dentro el documento y realiza algunos planes piloto en los municipios del departamento de Guatemala, en donde había altos índices de violencia, para validar que lo que se estaba planteando dentro de la estrategia podía ser efectivo y disminuir la violencia. A partir del 2010 y el 2011 se registran diferentes acciones, todavía como un movimiento social formado por jóvenes de diferentes organizaciones, y en el 2012 se decide transitar ya a una asociación civil que tiene por nombre Por una Vida Digna, que es fundada por los jóvenes que inicialmente participan dentro del movimiento Jóvenes Contra la Violencia. Entonces se crea la asociación civil que le da ya una figura jurídica al movimiento y Jóvenes Contra la Violencia pasa a ser un programa de la Asociación. Es como si hubiera nacido primero el hijo y luego el padre. Entonces ya formalmente Jóvenes Contra la Violencia se convierte en un programa de la Asociación y a través de diferentes proyectos y apoyos que hemos tenido tanto de cooperación internacional como del sector privado y de las mismas personas que confían y participan dentro de la organización, se han realizado diferentes campañas de sensibilización, proyectos en el nivel comunitario en los cuales se involucra a padres de familia, jóvenes, niños y maestros de las comunidades en las que se interviene a través de un programa que se llama Educación para la Vida, y se han hecho esfuerzos a nivel de incidencia de política, para generar planes municipales y políticas de prevención de la violencia. Hemos acompañado procesos de distinto tipo desde el año 2009, pero ya formalmente como una asociación desde el año 2012, que llegan en diferentes niveles: a nivel comunitario, trabajando con los líderes de las comunidades, allí la estructura local se llama Consejos Comunitarios de Desarrollo. Se trabaja con los vecinos, se trabaja con los niños, con los adolescentes, se trabaja con los maestros, y hay diferentes abordajes, pero mirado de manera integral, para así fortalecer los núcleos familiares pero a la vez crear diferentes expresiones organizativas a nivel local.

Lanzamiento de Instinto de Vida en Guatemala

¿Qué resultados tangibles han tenido ya en estos procesos?

Desde el 2014 a la fecha se ha trabajado a través del programa de Educación para la Vida con más de 5.000 jóvenes de estas comunidades, se ha trabajado con alrededor de unos 2.000 padres de familia y alrededor de unos 500 maestros. El cambio o el efecto de esta acción puntualmente desde el 2009 ha sido medida a través de diferentes indicadores que buscan no solamente medir el cambio de comportamiento, sino también cómo a nivel de deserción escolar logramos mantener a los jóvenes dentro de los centros educativos. Luego siempre a nivel local, trabajamos muy fuerte con las municipalidades en las que estamos interviniendo y creo que el caso más exitoso es el del municipio de Villa Nueva en donde tenemos una mesa multisectorial conformada por la Municipalidad, por autoridades de la Policía Nacional Civil, por líderes de la comunidad y pequeños empresarios con los que se desarrolló un plan de acción que se ha facilitado por Jóvenes Contra la Violencia, pero que se ha ejecutado por los mismos miembros de la mesa y tenemos diferentes indicadores que miden el efecto a nivel de cultura de denuncia en esa comunidad que se intervino. Entonces sí creo que esto lo logramos porque tenemos un convenio de cooperación con la Comisaría que tiene a su cargo esa comunidad y sí creemos que a nivel de coordinación es muy importante no solamente ser nosotros quienes ejecutan los procesos, sino cómo estos se hacen sostenibles a través de tocar a las municipalidades, que al final son las autoridades más cercanas que sienten las personas en Guatemala. Creo que a nivel comunitario esas dos experiencias, tanto el trabajo con jóvenes como el trabajo desde la mesa multisectorial involucrando a los diferentes actores importantes de ese espacio, dan como resultado que a nivel de estas comunidades logramos reducir la deserción escolar, mantener a los jóvenes dentro de la escuela y en el otro cómo mejoramos la articulación entre la ciudadanía y las autoridades encargadas. Luego a nivel municipal, solo para mencionarte brevemente, hemos logrado trabajar y apoyar en la política municipal de juventud de Villa Nueva que dinamizó increíblemente las expresiones organizativas de los jóvenes dentro del municipio, y a nivel nacional hemos tenido diferentes procesos apoyando iniciativas de ley desde el Congreso, relacionadas con temas de juventud y de prevención de la violencia.

Ustedes han decidido hacer parte de la red latinoamericana Instinto de Vida. ¿Qué esperan ustedes al conformar esta red, qué trabajo viene y cómo creen que pueden potenciar justamente las capacidades que tienen como organización para contribuir a la diminución de esta violencia?

Nosotros lo primero que hicimos fue hacer un llamado a organizaciones de la sociedad civil con las que hemos trabajado brevemente, pero que tienen experiencia en el tema a sumarse, para que esto no sea un esfuerzo exclusivo de Jóvenes Contra la Violencia sino que mantuviera la lógica colectiva que tiene a nivel regional. Tenemos dos atribuciones dentro de la campaña: tenemos funciones de movilización ciudadana y de incidencia política. En el nivel de movilización ciudadana o del trabajo que se va a hacer para promover la participación de la ciudadanía o involucramiento de la ciudadanía en esta problemática, vamos a estar haciendo un recorrido por lo que llamamos la Guatemala pacífica (aquellas regiones del país donde los cifras de violencia son bajísimas), para poder llegar a comprender un poco de la lógica y cómo es que en estos territorios hay un gran respeto a la vida, cómo es que a nivel social, a nivel de comunidad se organizan y lo vamos a presentar a la ciudadanía  a través de un documento que vamos a hacer. Esta primera parte tiene como objetivo abrir primero un diálogo como sociedad sobre que existe un problema, que lo hemos normalizado, pero que hay que hacer algo al respecto para cambiar. Entonces, el primer objetivo es crear una mesa de diálogo social sobre el problema de la violencia, que luego nos lleve a la siguiente atribución que es la incidencia política, a trabajar conjuntamente con las autoridades para buscar soluciones.

Actividades de Jóvenes contra la violencia en las comunidades

¿Y ya tienen trabajos concretos en esta dirección?

Lanzamos ya la campaña hace un mes en el marco de un festival bastante grande, en donde celebramos la vida de tres personas víctimas de la violencia, recopilamos sus testimoniales y empezamos a hablar ya del valor que tiene la vida. Estamos ya en el proceso de enlace con los municipios que vamos a visitar en el occidente del país, para ir y aprender de ellos, traer muchas de esas lecciones y aprendizajes a la Guatemala violenta, por llamarle de alguna manera, y va bastante avanzado el trabajo junto con las autoridades del Ministerio de Gobernación para firmar un acuerdo entre nuestra institución y ellos, para construir conjuntamente una hoja de ruta que logre disminuir en el transcurso de los próximo 10 años en un 50% la tasa de homicidios. Hemos encontrado, te lo digo con mucha sinceridad, receptividad de parte de las autoridades para salir a trabajar juntos en la búsqueda de soluciones, porque también entendemos que es un proceso largo, son 10 años, y pues nosotros el esfuerzo hasta el momento tendrá una duración de dos, entonces la principal meta es cómo dejamos los proceso establecidos, o sea, una hoja de ruta con compromisos claros, que puedan ser medibles, a los que les podamos dar seguimiento, que logren en el transcurso de los 10 años poderlo hacer, porque también hay que ser claros que en esto también hay responsabilidad de las autoridades de hacerlo, porque al final ellos son quienes toman las decisiones y quienes deciden dar su voluntad para que suceda, pero hay una corresponsabilidad de la ciudadanía para asegurarnos de que eso suceda. Sí estamos muy claros en que creando primero una consciencia alrededor del tema vamos a poder exigirle luego con mayor claridad y firmeza al Gobierno que haga algo, pero no podemos hacerlo separados y es por eso que estamos incluyendo dentro de este proceso a las autoridades, a los medios de comunicación, pero sobre todo a las comunidades.