En el dinámico mundo de la planificación urbana, la estadounidense Janette Sadik-Khan se destaca como una figura de gran relieve. Su libro Street Fight no sólo es un relato detallado de sus experiencias como comisionada del Departamento de Transporte de la Ciudad de Nueva York entre 2007 y 2013 bajo la alcaldía de Michael Bloomberg, sino también una declaración audaz sobre la necesidad de repensar y transformar nuestros espacios urbanos.
El libro comienza con una introducción a la situación que Sadik-Khan heredó: calles congestionadas y dominadas por el tráfico vehicular, con poco espacio para los peatones y ciclistas. Este contexto establece la escena para el enfrentamiento épico que le da título al libro: la lucha por transformar las calles de Nueva York en lugares seguros, sostenibles y a escala humana.
Uno de los puntos clave del libro es la implementación audaz del programa «Plazas Públicas» o “Plazas de Bolsillo”, que implicó la creación de pequeños oasis urbanos en lugares antes ocupados por los vehículos. La autora comparte cómo esta iniciativa mejoró la calidad de vida de los habitantes de la ciudad y también revitalizó áreas previamente descuidadas, convirtiéndolas en puntos de encuentro vibrantes para los neoyorkinos.
Un elemento fascinante de Street Fight es la atención que Sadik-Khan presta a la psicología urbana. A través de anécdotas y estudios de caso, explora cómo la forma en que diseñamos nuestras calles afecta la percepción y el comportamiento de las personas. Al democratizar el espacio público y priorizar a los peatones, se logró un cambio cultural palpable en la ciudad, donde la movilidad sostenible y activa se convirtió en la norma.
También otro elemento clave de este libro es el segmento dedicado a la implementación del sistema de carriles para bicicletas. Sadik-Khan narra las luchas políticas y sociales que acompañaron esta transformación, pero también destaca los beneficios invaluables que trajo consigo: una reducción significativa de accidentes, la mejora de la salud pública y una reducción en las emisiones de carbono. Este caso ilustra la resistencia inherente al cambio, pero también la necesidad imperante de repensar nuestro enfoque hacia la movilidad urbana.
Además de sus éxitos, el libro también aborda críticamente los desafíos y las lecciones aprendidas. La autora se enfrentó a la oposición feroz de aquellos que temían que las reformas propuestas afectaran negativamente a los negocios locales. Sin embargo, Sadik-Khan demuestra cómo la revitalización de las calles en realidad impulsó la economía local al atraer a más peatones y ciclistas, generando un florecimiento inesperado en el comercio.
Al dividir la calle en sus componentes, Street Fight demuestra, con imágenes paso a paso, cómo reescribir el «código fuente» de estos espacios. Incluye ejemplos de cómo esta nueva forma de leer las calles ya se ha abierto camino en todo el mundo, desde pequeños parques en la Ciudad de México y Los Ángeles hasta calles más amigables para los peatones en Auckland y Buenos Aires, y diseños innovadores de carriles para bicicletas y plazas en Austin, Indianápolis y San Francisco.
En última instancia, Street Fight es un libro para amantes de la planificación urbana y además una invitación a todos a imaginar y trabajar juntos hacia ciudades más sostenibles, habitables y equitativas.
