¿Existe una gentrificación acelerada en ciudades de América Latina?

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LA Network
11 febrero, 2024 - Derecho a la ciudad

El turismo exacerbado y la llegada de nómadas digitales a ciudades como Medellín, Buenos Aires o Ciudad de México, han reabierto el debate de si se están presentando procesos de gentrificación en ellas o se está banalizando un concepto mucho más complejo.

Zona de Provenza en el Poblado. Medellín.

“El apagón” es una de las canciones del álbum musical latino más exitoso de 2022. Cantada por el artista Bad Bunny, se refiere a una situación cada vez más común en su natal Puerto Rico: los constantes cortes de luz. Pero en el video de la canción, mezclada con el pegajoso ritmo del reggaetón hace una denuncia igual o peor que la de los cortes de energía: la expulsión cada vez más frecuente de los isleños de sus casas o apartamentos alquilados, por el acoso de los especuladores inmobiliarios.

Una de esas historias es la de Maricusa Hernández, una mujer dominicana que llegó a San Juan de Puerto Rico en la década de 1990. Pudo instalarse en un apartamento del barrio Santurce y durante 26 años ha vivido allí, pagando el alquiler con el dinero ganado con los oficios modestos que ha desempeñado. Maricusa fue expulsada del lugar porque el edificio tiene un nuevo dueño que lo puso a la venta, para exprimirle mayores beneficios económicos en un claro ejemplo de gentrificación.

La gentrificación ha emergido como un fenómeno urbano de gran relevancia en las últimas décadas, transformando drásticamente la fisonomía y la dinámica social de las ciudades. En el contexto de América Latina, este proceso ha adquirido una aceleración significativa, generando numerosos desafíos y debates en torno a la equidad, la vivienda, la identidad cultural y el derecho a la ciudad.

La gentrificación se refiere a la transformación de áreas urbanas anteriormente deterioradas o de bajos ingresos en distritos más atractivos para las personas de mayor poder adquisitivo. Este cambio conlleva a menudo la expulsión de residentes de bajos recursos, reemplazados por aquellos con mayores ingresos, lo que resulta en un aumento del costo de vida y la homogeneización del tejido social.

Las principales causas que observamos hoy para la gentrificación acelerada en América Latina tienen que ver con:

  1. Desarrollo inmobiliario y especulación: El boom inmobiliario ha llevado a una creciente demanda de propiedades urbanas, provocando un aumento en los precios de la vivienda. Los inversionistas buscan obtener ganancias rápidas a través de la compra y renovación de propiedades en áreas previamente marginadas.
  2. Proyectos de renovación urbana: Muchas ciudades latinoamericanas han implementado proyectos de renovación urbana para mejorar la infraestructura y revitalizar zonas degradadas. Sin embargo, estos proyectos pueden desencadenar la gentrificación al atraer inversores y residentes de mayores ingresos.
  3. Turismo y globalización: La creciente afluencia de turistas y la globalización han convertido a algunas ciudades latinoamericanas en destinos de moda. Esto ha aumentado la demanda de viviendas y servicios de lujo, lo mismo que la profusión de plataformas de alquiler como Airbnb, contribuyendo a la gentrificación.

Las consecuencias sociales y culturales de la gentrificación son también muy claras. A menudo provoca la expulsión de comunidades de bajos recursos, quienes no pueden afrontar el aumento de los costos de vivienda y servicios. También los pequeños comercios locales suelen ser reemplazados por cadenas internacionales y negocios de alta gama, afectando negativamente a la economía local y a la diversidad comercial. Y, sobre todo, hay una pérdida de identidad cultural, ya que la transformación de barrios históricos y culturales socava la identidad única de estas comunidades, ya que se ven reemplazadas por una estandarización característica de las áreas gentrificadas.

Ciudades de América Latina preocupadas por una posible gentrificación

Medellín (Colombia)

Vista panorámica de Medellín. Foto: Joel Duncan/Unsplash

Las series narco de Netflix y de otras plataformas digitales que escenifican el terror de Pablo Escobar infligido a la ciudad, sumado a la explosión del reggaetón como un fenómeno global del cual Medellín es hoy uno de los mayores exponentes con artistas como J Balvin, Karol G, Maluma o Feid y el interés cada vez mayor de los nómadas digitales de asentarse en la ciudad, han generado un crecimiento vertiginoso y casi incontrolable del turismo.

El arquitecto y urbanista, Alejandro Echeverri, uno de los responsables de la renovación urbana de la ciudad como director de proyectos urbanos en la Alcaldía de Medellín, señalaba en un reportaje para Bloomberg sobre el turismo desaforado en la ciudad que “En España, en México se ha dado con especial intensidad y tiene a esas sociedades preguntándose qué hacer. Pero creo que en ninguna parte se ha dado con la rapidez y el impacto que se está generando en dos o tres años en la ciudad de Medellín”.

Por ello, los arrendamientos de corta duración (inferiores a 30 días, según las normas colombianas), generan un incremento de costos que no se habían visto hasta ahora. Y, además, la avalancha de nómadas digitales también ha disparado los precios de las viviendas y apartamentos en la ciudad. De acuerdo con la comunidad global de servicios para nómadas digitales nomadlist.com, con más de 32.000 integrantes, Medellín es hoy la tercera ciudad de América Latina más apetecida después de Buenos Aires y Ciudad de México para estos personajes.

Afiches aparecidos en la zona de Provenza en el Poblado denunciando la gentrificación. Foto: Twitter

Según un análisis de la firma Properati, dedicada a los servicios inmobiliarios, en la primera parte del año 2023 el costo del arriendo por metro cuadrado aumentó en 75 de los 84 barrios analizados en Medellín. Bolivariana (Laureles) fue el barrio que registró el mayor incremento, con un 81 %. En este sector el precio promedio por m² pasó de $25.500 pesos (USD 6,4 dólares) en enero a $46.200 (USD 11,55 dólares) en abril, esto quiere decir que el arriendo promedio para un apartamento de 70 m² pasó de costar $1’785.000 pesos (USD 446 dólares) en enero a $3’234.000 pesos (USD 808 dólares) en abril de 2023. 

Pero para algunos expertos, lo que esta sucediendo no puede ser interpretado estrictamente como gentrificación. Luis Fernando González Escobar, profesor de la Escuela de Hábitat de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Sede Medellín, explica que no necesariamente todo lo que ocurre en la ciudad tiene que ver con el concepto original. Para él, la gentrificación se está relativizando y banalizando.

En una entrevista para Unimedios, González Escobar usa un término para explicar parte de la raíz del problema de la ciudad: “islas de globalización”, otro fenómeno que, plantea, “comenzó a emerger en la década de 1980 que va mucho más allá del turismo y en el que también interviene el turismo sexual, la venta y consumo de drogas, y más recientemente la “airbización”, con lo que se refiere al aumento de viviendas turísticas ofertadas en plataformas digitales, como es el caso de El Poblado y Laureles, los principales barrios sobre los que ha girado la discusión en torno a la gentrificación en la ciudad”.

Buenos Aires (Argentina)

Puerto Madero, Buenos Aires.

La crisis hoy es absoluta en Argentina y el sector inmobiliario no es la excepción. Los alquileres en la ciudad de Buenos Aires experimentaron un vertiginoso aumento, superando incluso el 300 % en el último año. Habría que agregar que la débil capacidad de compra y arriendo en Argentina ha marcado una gran diferencia entre el costo de un alquiler tradicional y un alquiler con Airbnb. 

En Buenos Aires se estima que un apartamento en Airbnb es más caro entre un 46 % a 258% de un alquiler tradicional. El análisis llevado a cabo por Properati Argentina, determina que la “Ley de Alquileres y el precio del dólar – entre otros – han creado la necesidad de convertir los arriendos tradicionales en arriendos estacionales de Airbnb para sacar el máximo provecho económico posible”.

En cuanto a la estancia de nómadas digitales, donde cada uno de ellos gasta USD 1.064 dólares por mes viviendo en esta ciudad, hacen de Buenos Aires la primera urbe latinoamericana preferida para estos nuevos profesionales.

Palermo, uno de los barrios más grandes de Buenos Aires, ha experimentado una transformación significativa debido a la gentrificación. La llegada de inversores y la demanda de viviendas de lujo han llevado a un aumento en los precios de la propiedad y al desplazamiento de residentes originales. Por supuesto, este proceso en Palermo no es reciente. El caso de Palermo Viejo data de principios de los años 90.

Plaza de San Telmo, Buenos Aires.

Lo mismo está ocurriendo con San Telmo, conocido por su arquitectura colonial y su ambiente artístico, ha experimentado un proceso de gentrificación debido a la creciente popularidad entre turistas y nuevos residentes. Esto ha llevado a un aumento en los costos de vivienda y la salida de habitantes originarios.

En Parque Patricios, la creación del Distrito Tecnológico acercó a empresas del sector. Y con ellas llegó una gran cantidad de nuevos negocios que buscaron a los nuevos consumidores y más gente buscó vivir en la zona.

En opinión de expertos, también es claro el proceso de transformación de la ribera del Río de La Plata y sus vínculos con la gentrificación desencadenada en el área a partir de la construcción del barrio de Puerto Madero.

Pero al igual que en Medellín con el profesor Luis Fernando González, el urbanista argentino Marcelo Corti, cree que no puede llamarse a esto gentrificación. Para Corti, los procesos de gentrificación en ciudades argentinas “se reducen a unos pocos casos, algunas cuadras o edificios aislados en San Telmo o Barracas, Pichincha en Rosario, muy poquito de Güemes en Córdoba”. Para él “existe, sí, la turistización o airnbización (en referencia a la plataforma de alquileres para turistas, Airbnb) pero no son exactamente lo mismo”, según lo afirmaba en una entrevista para el Diario AR.

Ciudad de México (México)

Colonia (barrio) Roma en Ciudad de México.

La Roma y La Condesa, colonias (barrios) reconocidas por su arquitectura única y ambiente cultural, han sido objeto de gentrificación debido a la llegada de jóvenes profesionales y artistas. El aumento de este tipo de demanda ha impulsado la especulación inmobiliaria y el desplazamiento de residentes de bajos ingresos. Este proceso ha generado tensiones entre la comunidad local y los nuevos habitantes, afectando la cohesión social y provocando la pérdida de comercios tradicionales.

De hecho, se han presentado episodios desagradables en los que volantes y panfletos son fijados en muros de los barrios rechazando al extranjero, e incluso, desde 2017, los mexicanos ya tienen una “santa patrona” para ahuyentar los nómadas digitales. Se trata de Santa María La Juaricua (acrónimo de las colonias Santa María la Ribera y Juárez), donde en los últimos años las inmobiliarias compran antiguas casas para construir edificios de apartamentos, llegan vecinos con elevado poder adquisitivo, abren locales hipster y restaurantes, aumenta la oferta cultural y suben los alquileres. “Es una santa por el derecho a la vivienda y busca que se mantengan incluyentes los barrios”, explicó Sandra Valenzuela, una de sus creadoras

Imagen de Santa María La Juaricua, «santa» mexicana contra la gentrificación.

Acciones para eliminar la gentrificación

Aún sin estar de acuerdo sobre sí hay o no en la actualidad procesos de gentrificación en estas ciudades, no puede hablarse de una misma receta o solución para todos, pero sí de elementos en común que deben tenerse en cuenta para evitar el fenómeno de la gentrificación.

Lo primero, políticas de vivienda inclusivas, que fomenten la construcción de viviendas asequibles y la protección de los derechos de los inquilinos. Esto puede ayudar a contrarrestar el desplazamiento de residentes de bajos recursos.

Segundo, la regulación del mercado inmobiliario. Establecer regulaciones que limiten la especulación inmobiliaria y promuevan un desarrollo sostenible puede contribuir a frenar la gentrificación.

Y tercero, la participación comunitaria. Involucrar a la comunidad en el proceso de toma de decisiones sobre el desarrollo urbano puede garantizar que las necesidades locales y las preocupaciones sean consideradas antes de la implementación de proyectos que puedan desencadenar la gentrificación.

Otras medidas, aplicadas ya por distintas ciudades en el mundo, fueron compartidas por el urbanista colombiano, Daniel Carvalho Mejía, en una columna escrita sobre el tema y son:

– Limitación del número de días de alquiler al año (Londres, Vancouver y Ámsterdam).

– Normas estrictas de registro como negocio turístico para los propietarios (Nueva York y Argentina).

– Protección especial de ciertos barrios patrimoniales o tradicionales (Florencia, Múnich y Valencia).

– Creación de unidades administrativas dedicadas a la verificación del cumplimiento de las normas (París y Barcelona).

– Incentivos para que los dueños reconviertan sus propiedades al modelo de renta permanente (Lisboa).